Posters 2023
Introducción y descripción del caso.
El suicidio es causa de 1.000.000 muertes/año a nivel mundial. En la tercera edad se recogen unas tasas de suicidio muy elevadas; más de 1000 suicidios/año se producen entre mayores de 70 años, un 26% del total. Asimismo, son alarmantes las cifras de suicidios en mayores de 79 años, entre los cuales ha aumentado un 20% respecto a años anteriores, tanto en hombres como en mujeres.
En la ancianidad ocurren cambios estructurales y funcionales tras alcanzar la madurez, que implican una disminución en la capacidad para adaptarse ante factores nocivos y una repercusión en el aumento de la probabilidad de muerte. Las alteraciones cognitivas pueden ser un factor estresor para la aparición de ideación suicida. La toma de decisiones mermada y el reconocimiento social deteriorado que aparece en el deterioro cognitivo, son la base de una disfunción ejecutiva, lo que puede conllevar la aparición o incremento de la ideación suicida.
Presentamos un caso de un varón de 84 años diagnosticado de F32 episodios depresivos tras el confinamiento de marzo de 2020, momento a partir del cual empezó a referir molestias somáticas centradas en el tránsito gastrointestinal y sintomatología ansioso depresiva. Sin antecedentes personales hasta la fecha. Antecedentes familiares de hijos afectos de trastorno bipolar.
Objetivos.
Señalar la dificultad del abordaje de las ideas y conductas suicidas en los adultos mayores, siendo crucial la detección de los factores de riesgo asociados.
Evolución y tratamiento.
En mayor de 2021 fue preciso un ingreso en la Unidad de Hospitalización Psiquiátrica para contención del riesgo autolítico. En primer plano se objetivaba tendencia a la rumiación, angustia y bajo ánimo, con rápida remisión de la sintomatología tras el ingreso. La vivencia de estreñimiento, que mejoró con la pauta de lactulosa, alcanzaba rango delirante por momentos.
Al alta se ajustó tratamiento con mirtazapina y quetiapina, siendo derivado al Centro de Salud Mental para continuar el seguimiento. Coincidiendo con la desescalada de quetiapina en el periodo de estabilidad psicopatológica, incrementó la angustia interna con un marcado empeoramiento del estado anímico, llevando a cabo un intento autolítico grave consistente en la precipitación de un pozo de ocho metros.
Durante el ingreso se modificó la pauta de quetiapina por sertralina al evidenciar mayor recursividad verbal e ideas deliroides de corte obsesivo relacionadas con preocupaciones somáticas, que parecían tener un carácter más obsesivoide que deliroide, sustentadas en rasgos basales del paciente, aunque congruentes con el estado depresivo.
Al alta fue derivado al CSM y al Centro de Día, donde acude regularmente y mantiene estabilidad psicopatológica.
Conclusiones.
El intento de suicidio en los ancianos es un problema de salud pública potencialmente prevenible. Suelen tratarse de verdaderos suicidios frustrados por su elevado grado de premeditación, métodos mortales utilizados, coexistencia de enfermedades físicas pulmonares, gastrointestinales… Los adultos mayores deprimidos tienen a minimizar la tristeza por considerarla parte sustancial de la vejez, centrando la queja en dolencias físicas. Los síntomas somáticos pueden ser un signo de depresión y debemos detectarlos precozmente para evitar el riesgo de suicidio.
Introducción:
El trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad (TIE), lleno de ansiedades y muestras de un patrón de comportamiento autodestructivo, llegando a un estado límite, alterna rápidamente entre las distintas emociones, pasando de la alegría eufórica a la desesperación absoluta con altos niveles de impulsividad que se desarrolla con conductas suicidas de forma repetitiva en el tiempo.
Desarrollo del caso clínico:
Adulto joven, con seguimiento privado psicológico hasta la actualidad los últimos 6 meses, acude a la consulta psiquiátrica de la seguridad social a raíz de primera tentativa autolítica mediante ahorcamiento, rescatado por su hermano. Diagnosticado de Trastorno por Déficit de Atención en la niñez y ensayo de metilfenidato 54mg/d con respuesta parcial. En la actualidad, trastorno por uso de sustancias (cannabis) en patrón de abuso (1 o 2 UPE), excusándose para conciliación del sueño. Refiere mantener una relación sentimental, tormentosa y con una alta dependencia emocional bidireccional. Ante la tentativa autolítica grave, el usuario, es valorado por el psiquiatra de guardia y se ingresa de forma voluntaria para estudio clínico en la unidad de agudos de psiquiatría. Al alta, se orienta de TIE, TDAH y TUS-THC y se remite a consultas externas según protocolo a raíz de la activación de Codi Risc Suïcida, para seguimiento y control estrecho. A las visitas sucesivas, se explora ideación suicida y se administra en cada una de ellas, la escala MINI, con puntuación persistente de 16 +/- 3 puntos (>10 puntos, riesgo de suicidio alto) por lo que dicha puntuación (estratificación grave del riesgo suicida) e ideación suicida persistente gira entorno: marcadas dificultades de manejo emocional del distrés, patrones de dependencia emocional establecidos con la pareja sentimental, confluencia del consumo de cannabis diario y los niveles altos de impulsividad por doble vertiente (TIE y TDAH).
Conclusión:
La implementación del Codi Risc Suïcida en Catalunya pretende disminuir las tentativas de suicidio y su repetición mediante la gestión protocolizada de las situaciones en riesgo. Sin embargo, ante los usuarios que persiste de forma continua en el tiempo, la estratificación de riesgo grave, la aplicación del protocolo se hace de difícil cumplimiento atendiendo a la imposibilidad de minimizar los factores estresores que actúan como disparador de la ideación suicida, con un gesto de elevada impulsividad, sin planificación previa pero de método altamente letal.
Bibliografía:
1. CatSalut. Instrucció 10/2015 Atenció a les persones en risc de suïcidi. Codi risc de suïcidi (CRS)
2. Trastorno límite de personalidad: el reto del manejo de las crisis. Psiquiatría Biológica Volume 26, Issue 1, January–April 2019, Pages 1-6. https://doi.org/10.1016/j.psiq.2019.02.003.
Introducción: Los síntomas obsesivos-compulsivos (OCS) se han descrito como prodrómicos en T. Psicóticos aunque el valor clínico de estos síntomas prodrómicos en comparación con otros es desconocido y en ocasiones provoca escenarios con diagnósticos diferenciales complicados .
Objetivo y Método: Descripción de un caso clínico para ampliar el conocimiento sobre los síntomas obsesivos compulsivos en los trastornos psicóticos. Se realiza una recogida y análisis retrospectivo del historial clínico del paciente junto con una ampliación del contenido mediante una revisión bibliográfica breve de artículos publicados en PubMed.
Resultados – Descripción del caso clínico: Se trata de un hombre de 28 años que, desde hace varios meses presenta aumento de clínica obsesiva con alteraciones conductuales, agresividad en el domicilio y aislamiento social total. Tras alteración de conducta grave es traído al Servicio de Urgencias Psiquiátricas del CHUA (Albacete). En la exploración psicopatológica de objetiva: Limitada por falta de colaboración: Suspicaz, hipervigilante. Capacidad de contención conservada, accesos de ira, disfórico, masculla. Destaca rigidez de pensamiento, literalidad, paranoidismo y vivencias de perjuicio centradas en figura materna y vecinos según refieren familiares. Soliloquios en domicilios. Sueño irregular llegando a insomnio. Alteraciones sensoperceptivas no valorables. No signos o síntomas de intoxicación o abstinencia. Juicio de realidad comprometido.
Juicio Clínico: Trastorno psicótico a estudio (posible F20).
Evolución: Precisó ingreso involuntario en la unidad de agudos para realizar diagnóstico diferencial y posterior tratamiento.
Conclusiones: :. Se ha visto en distintos estudios una prevalencia del 30% de OCS en pacientes con esquizofrenia. 15.8% no tienen insight de sus OCS y el 43.8% no tienen consciencia de esquizofrenia. Se asocia a un peor curso de la enfermedad, mayor deterioro funcional y mayores tasas de herencia en descendientes. Sin embargo no se ha observado un aumento en el número de exacerbaciones de síntomas psicóticos. Es necesario un énfasis en la exploración psicopatológica y la fenomenología. Destacan como más eficaces en el tratamiento de los OCS la Clozapina, Olanzapina y Risperidona. Así mismo, el aripiprazol se destaca como alternativa eficaz.
El escritor Francisco Umbral (1932-2007) fue uno de los más grandes creadores de la España de la segunda mitad del siglo XX y es uno de los autores más leídos en nuestros días. Su huella, su estilo y su dedicación total a la creación literaria han marcado un hito en nuestra sociedad. La vida de Francisco Umbral está en íntima correlación con su obra. En numerosas ocasiones, el escritor madrileño trató el tema del suicido en sus escritos. En sus inicios, en la etapa inicial que transcurrió en León, Umbral escribió varios artículos sueltos sobre el tema que demuestran una gran capacidad de análisis u una notable valentía porque es sabido que la dictadura franquista, como las dictaduras comunistas, han dictado instrucciones para hacer desaparecer el suicidio de la vida pública porque en «esos paraísos» que alguien se quitase la vida por su propia mano y antes de lo esperado era un acontecimiento que cuestionaba de alguna forma el poder oficial.
En este póster se revisa la visión de Umbral sobre el suicidio en su extensa obra literaria. Y se ofrece un análisis inédito al respecto. No siempre el acercamiento de Umbral al tema fue el mismo y hay escritos desafortunados al respecto. Su obra fue tan ingente que aún queda mucho por publicar y lógicamente, por escrutar con detalle. Es lo que busca este póster.
Los últimos años de vida de Napoleón Bonaparte fueron muy duros para él y son muy poco conocidos.
En los primeros días de abril de 1814, Napoleón pudo reflexionar sobre las causas de su fracaso.
Con varios países esperando su abdicación, encerrado en el castillo de Fontainebleau, Napoleón, incapaz de aceptar su derrota desde una personalidad tan narcisista como la suya, tomó una drástica decisión
En la noche del 12 al 13 de abril de 1814, con las notas de la abdicación para certificar el Tratado de Fontainebleau, Napoleón observó las condiciones que le mantendrían el título de Emperador, pero que lo llevarían a aislarse en la isla de Elba.
El propio Napoleón sabía que lo de mantener su título era un mero trámite, ya que sería destinado a la isla como prisionero.
Pidió a sus allegados papel y pluma. Quería despedirse de su mujer, a la que no volvería a ver nunca más una vez llegara a Elba.
Mientras escribía y ratificaba su abdicación, Napoleón pidió un vaso de agua y sacó un un sobre que guardaba desde la última campaña en Rusia. Era cianuro. Napoleón tomó el cianuro, pensando que sería la muerte más limpia, sin derramamiento de sangre.
En cuanto lo tomó, a los pocos minutos, comenzó a retorcerse de dolor y los gritos y espasmos comenzaron.
Su mayordomo entró en la habitación y encontró a Napoleón roto, desencajado. Napoleón mandó llamar al general Armand Caulaincourt y le confesó que había bebido cianuro y que moriría allí mismo.
En la madrugada del día 13, el doctor logró salvar la vida de Napoleón que vomitó todo el cianuro que había bebido. Napoleón no había podido soportar el no ver a su familia y las humillaciones sufridas, pero la muerte le dio una segunda oportunidad.
El día 20 de abril ratificó sus abdicaciones y fue mandado a Elba. Tan solo 100 días después volvió a París para hacerse de nuevo con el poder.
Este episodio del intento de suicidio de Napoleón Bonaparte apenas si se cita en su biografía aunque está bien referenciado. No era la primera vez que Napoleón pensaba en el suicidio. Tenía unas ideas originales y muy arraigadas en su biografía sobre el tema.. El suicidio, por aquel entonces, aún se veía muy marcado por el Werther de Goethe. Pero Napoleón Bonaparte era un hombre brillante y dejó escritas varias líneas intersantes al respecto de las que se da cuenta en este póster.
Se expone caso de varón de 15 años que ingresa en UHB por “historia de pseudoalucinaciones en pacientes con funcionamiento fóbico-evitativo”. Se trata de un paciente que con 18 meses comienza a rechazar diferentes alimentos, centrándose su alimentación casi de manera exclusiva en pan, arroz, patatas, galletas y diferentes carnes, consultando con Salud Mental por primera vez, por este motivo, con 8 años y abandonando el seguimiento rápidamente por dificultades para la conciliación laboral de la madre con estas citas.
Se trata de un paciente que durante los dos últimos años había experimentado animo bajo, con tendencia al aislamiento, llanto espontáneo sin aparente desencadenante, ansiedad con somatizaciones (molestias digestivas, algias generalizadas, sensación de opresión torácica y disneica, así como mareos), autolesiones (se mordía la mano) así como sueño disregulado, con empeoramiento en los últimos dos meses consistente en disminución de las salidas del domicilio (actualmente solo sale de casa para las citas médicos) y aparición de síntomas pseudopsicóticos (el paciente refería “ver sombras”) e ideas autorreferenciales al salir a la calle y miedos difusos cuando sale del domicilio, sin saber expresar exactamente lo que le sucede “me siento raro, extraño”.
Durante su estancia en la unidad se realiza ajuste del tratamiento farmacológico y se realizan intervenciones individuales y grupales y familiares. Se realizó la introducción paulatina de diversos alimentos, mostrándose el paciente colaborador con ello y pudiendo incorporar nuevos alimentos a su dieta habitual. Durante las entrevistas se objetivó dificultades para la toma de diferentes alimentos lo que parecía estar relacionado con la textura de los mismos.
Por otro lado, se realizan las exploraciones físicas pertinentes, llegándose a la conclusión de que el problema impresionaba más de una forma de alimentarse selectiva que de una patología orgánica.
Dadas las características del cuadro, se realiza un ADOS-2 módulo 4 en la Unidad objetivándose un diagnóstico de autismo.
Los trastornos del espectro autista son un grupo de trastornos del neurodesarrollo que se caracterizan por dificultades sociocomunicativas y patrones restringidos y repetitivos de conductas, intereses y actividades.
En estos pacientes, la intervención temprana favorece un mejor pronóstico para el menor, con mejores habilidades socio-comunicativas, así como previene las dificultades que puedan estar asociadas a un trastorno del desarrollo, con una mejor adaptación al medio, mayor inclusión educativa y, en general, una mayor calidad de vida para estos pacientes.
Como conclusión, se considera que es sumamente importante brindar a los niños con TEA los apoyos que necesitan lo más tempranamente posible, lo que hace necesario el poder reconocer y realizar de forma adecuada un diagnóstico de esta patología.
INTRODUCCIÓN
La situación de crisis sanitaria actual puede generar elevados
niveles de estrés en la población general.
Los profesionales que ejercen su actividad laboral de manera
directa con personas infectadas por COVID-19 constituyen un
colectivo de mayor riesgo de exposición a situaciones estresantes
y, por tanto, de manifestación de alteraciones en su estado de
salud físico y emocional.
Existe una corriente creciente de investigación que da
especial importancia al cuidado del bienestar de los
profesionales sanitarios. Esta necesidad se hace especialmente
relevante en el contexto de crisis sanitaria y sobrecarga laboral
que protagoniza el trabajo de los médicos y enfermeros de
nuestro país.
La atención psicológica especializada puede ser clave para el
afrontamiento de esta situación.
CASO CLÍNICO
Varón de 58 años de edad. Médico de profesión. No antecedentes en Salud Mental.
Inicia seguimiento psicoterapéutico en febrero de 2022. Refiere sentimientos de angustia ante la incertidumbre a la que se enfrenta tanto en el ámbito laboral como personal/familiar, y miedo a ser contagiado.
Describe ambivalencia entre “su deber y
vocación como médico y la culpa al exponer a su familia al contagio”. Informa de fluctuación en el estado del ánimo, con momentos de entusiasmo y energía, y otros de hipotimia.
Solicita atención psicológica como ayuda para el manejo de la ansiedad y estrés ante las circunstancias descritas, así como apoyo emocional.
Acordamos mantener seguimiento con frecuencia semanal, con sesiones de una hora de duración.
La evaluación psicológica se realiza mediante entrevistas y administración del Inventario de Síntomas SCL-90-R, como medida del progreso terapéutico.
Objetivos terapéuticos:
▪ Facilitación de la expresión emocional.
▪ Apoyo psicológico.
▪ Entrenamiento en estrategias de afrontamiento y manejo de las
respuestas de estrés.
La intervención sigue un enfoque terapéutico contextual/ tercera generación.
Entre las técnicas empleadas, acordamos la inclusión de la práctica
del programa MBSR (Mindfulness Based Stress Reduction) con el
fin de alcanzar los objetivos planteados.
Tras 11 sesiones, 8 de las cuales dedicadas a la práctica del programa MBSR, el paciente refiere mejoría subjetiva en el estado emocional.
La mejoría subjetiva referida por el paciente fue constatada a partir de la evaluación objetiva mediante la escala psicométrica SCL-90-R. Se demostró una reducción significativa en todos los síntomas valorados, con especial énfasis en la clínica depresiva y somatizaciones asociadas.
CONCLUSIÓN
El bienestar de los profesionales sanitarios que trabajan a diario con la incertidumbre del contagio y la falta de control acerca del manejo de la actual pandemia es un tema prioritario en estos momentos.
Es recomendable ofrecer al colectivo de sanitarios la posibilidad de apoyo emocional y atención psicológica con el objetivo de prevenir patología mental grave.
A la vista de la experiencia descrita, se considera oportuno
plantear la aplicación del programa MBSR como herramienta
terapéutica tanto en formato individual como grupal.
Introducción: La depresión postparto (DPP) es una patología común y grave de las mujeres, que se asocia con gran sufrimiento materno y consecuencias negativas para la descendencia, y que supone el 10-15% de las mujeres que dan a luz en la actualidad. Existen diferentes factores de riesgo asociados, algunos de ellos modificables, así como distintos niveles de prevención de esta afección.
Objetivos: Realizaremos una revisión de un caso de una mujer con DPP que precisó ingreso hospitalario en la unidad de agudos. Estudiaremos los principales factores de riesgo y los diferentes niveles de prevención que tenemos al alcance.
Métodos: Analizaremos el caso de una mujer de 20 años que, tras dar a luz a su segundo hijo, comienza con ánimo deprimido, así como ideas de incapacidad de cuidado de sus hijos, por lo que acude al Servicio de Urgencias Psiquiátricas del CHUA (Albacete).
Resultados: En la entrevista clínica, la paciente presenta inhibición psicomotriz, perplejidad y confusión. Expresa ideas autolíticas, y refiere insomnio global y apetito disminuido. Por el estado de la paciente, se decide ingreso hospitalario. Al tercer día de ingreso en UHB, la paciente refiere deseos de alta. La sintomatología había mejorado de manera importante, con adecuada tolerancia a la medicación pautada, que consistía en Fluoxetina, Olanzapina y Clonazepam. Por otra parte, había mejorado el sueño y apetito, y negaba ideación autolítica.
Conclusiones: Existen diferentes niveles de prevención, enfocados a un diagnóstico y tratamiento precoz en las mujeres afectadas. Se han descrito diferentes factores de riesgo, muchos de ellos modificables y que varían dependiendo de la población estudiada. Al tratamiento psicoterapéutico previamente conocido, se añade la nueva aparición de líneas farmacológicas que se encuentran en proceso de comercialización, y que nos permiten tener esperanzas acerca de un futuro prometedor en cuanto al abordaje de esta patología.
Introducción:
Condiciones de salud adversas (comorbilidad psiquiátrica, estilos de vida poco saludables y múltiples enfermedades somáticas) se asocian con la muerte prematura. La creciente evidencia científica relaciona dicho exceso de mortalidad con el estrés y sus trastornos relacionados (adaptativo, reacción aguda y post traumático).
Desarrollo del caso clínico:
Adulto joven, sin antecedentes de salud mental, soltero y sano, acude a la consulta de psiquiatría en contexto de ruptura sentimental. Informa de sobreingesta de 4 ó 5 comprimidos de benzodiacepinas con finalidad ansiolítica unos días previos. Sin embargo, a la exploración, destaca ánimo reactivo (tristeza), desmotivación y anhedonia parcial sin características endógenas, tendencia a la rumiación y cavilación entorno al proceso de ruptura y cómo enfocar su nueva etapa. Insomnio de conciliación y de mantenimiento siendo poco reparador. Reconoce pensamientos de muerte pasivos delante del distrés emocional, pero no se objetiva ideación suicida (se administra escala MINI -CatSalut. Instrucció 10/2015-, para la determinación del nivel de riesgo de suicidio y factores de riesgo, con resultado de 3 puntos –de 1 a 5 puntos: riesgo de suicidio bajo-). Al final de la consulta, se maneja el caso como un proceso estresante en contexto de duelo emocional, y se remitió a atención primaria. Al cabo, de unos 10 días, el paciente murió por suicidio mediante ahorcamiento.
Conclusión:
Los trastornos relacionados con el estrés se reconocen cada vez más como un problema de salud pública de importancia global. La implementación del Codi Risc Suïcida en Catalunya pretende disminuir las tentativas de suicidio y su repetición mediante la gestión protocolizada de las situaciones en riesgo identificadas por el sistema sanitario de la red pública. Se subraya la importancia de la vigilancia clínica y el tratamiento de las personas que padecen “estrés”.
Bibliografía:
1. The Lancet Regional Health – Europe 2022;18: 100402 Published online 28 May 2022 https://doi.org/10.1016/j. lanepe.2022.100402.
2. CatSalut. Instrucció 10/2015 Atenció a les persones en risc de suïcidi. Codi risc de suïcidi (CRS).
INTRODUCCIÓN
El suicidio abarca una de las grandes problemáticas actuales en nuestro país, siendo en 2021 la
principal causa de discapacidad y de muerte externa, con 4.003 fallecidos, un 1,6% más respecto al año
anterior. A pesar de la necesaria individualización de los diferentes casos, en algunos tipos de
alteraciones psiquiátricas los patrones de conducta pueden guardar alguna similitud.
CASO CLINICO
Se presenta el caso de un varón de 19 años, diagnosticado de trastorno del espectro autista a la edad
de 18 años, y tras realizar un intento autolítico grave mediante sobreingesta de paracetamol. Dicho
paciente había frecuentado dos veces urgencias, una de ellas requiriendo ingreso, por ideación
autolítica y comportamientos de autoagresividad previos, así como amenazas autoliticas en el entorno
familiar. Toda esta ideación surge a partir de la ruptura con su ex pareja, la cual no es capaz de asumir y
comprender, derivando en alteraciones conductuales que implican a la expareja y su entorno. En este
paciente es importante destacar lo tardío del diagnóstico de TEA, lo que ha impedido el haber podido
trabajar desde una etapa más temprana el desarrollo de diferentes esferas como la gestión emocional,
lo cual ha supuesto el desbordamiento ante esta nueva situación. Sorprende en este paciente la fijación
continua de acabar con su vida, la frialdad con la que lo lleva a cabo el acto, así como la frustración que
siente por no haberlo conseguido.
DISCUSION
A través de este caso clínico se pretende dar a conocer las particularidades del manejo del suicidio en
un paciente con TEA, mostrando cómo características ligadas a este trastorno, entre ellas las
dificultades de comunicación y las ideas obsesivas, hacen de más difícil manejo apartar la idea autolítica
de su pensamiento. Las alteraciones conductuales de un paciente con TEA no son todas atribuibles a
dicha patologia, siendo importante dar voz a la comorbilidad que pueden padecer, como la depresión,
siendo incluso una población más susceptible a ello.
A partir de realizar diferentes búsquedas en la bibliografía actual podríamos concluir que los individuos
con TEA tenían un mayor riesgo que aquellos sin dicho diagnóstico, siendo indispensable identificar las
conductas que dichos pacientes pueden experimentar en la depresión para poder identificarlas e incidir
en ellas evitando el tan alto riesgo de suicidio al que están ligados. Surge, por tanto, la necesidad de
encontrar instrumentos adecuados para poder identificar cómo la depresión y otras alteraciones se
evidencian en estos pacientes, sumandose la particularidad del tratamiento, pues la depresión es de
más difícil manejo por ser los medicamentos menos eficaces en estos casos. La terapia cognitiva
conductual es la que más resultados ha demostrado para controlar síntomas de depresión y evitar un
desenlace fatal.
INTRODUCCIÓN
La escarificación es una práctica cultural que se ha realizado en civilizaciones primitivas como acto religioso o para demostrar honor, valentía y disciplina. Hoy en día, estas modificaciones corporales, junto tatuajes y piercing se han convertido en una tendencia cultural dominante, entre adolescentes y adultos jóvenes. Si bien, están prácticas puede estar asociadas a trastornos de la salud mental, incluyendo trastornos psicóticos, de personalidad y de ansiedad.
CASO CLÍNICO
Varón de 28 años que ha precisado de 4 ingresos en diferentes Unidades Psiquiátricas del país, con orientación diagnóstica al alta de Trastorno psicótico no especificado, TLP y consumo perjudicial de tóxicos. No constan seguimiento a nivel ambulatorio por nula adherencia a la red asistencial.
El paciente acude a urgencias acompañado de su madre tras haberse realizado una escarificación en hemicara izquierda en contexto de clínica psicótica activa. Dada la nula conciencia de enfermedad, mala adherencia al tratamiento y riesgo de conductas autolesivas se decide ingreso hospitalario.
Explica que la conducta realizada le va a permitir demostrar su lealtad y resistencia al “ser superior”, permitiéndole esto llevar a cabo su intención de construir una tribu donde él será el “guía”. Reconoce intensa angustia en relación a la planificación del acto, que ha mermado tras realizarlo. Comenta que ha sido necesario realizarse esta autolesión en otro país, debido a la ilegalidad de la técnica en España.
En la exploración psicopatológica destaca ideación delirante megalomaníaca y de contenido mesiánico, así como los fenómenos sensoperceptivos en forma de alucinaciones auditivas de tipo imperativo hacia la autolesión no suicida.
Durante su ingreso, el paciente protagoniza varios episodios de agitación psicomotriz y heteroagresividad hacia personal sanitario, siendo necesario la contención química y mecánica. Tras intervención farmacológica y a lo largo de evolución temporal, se evidencia distanciamiento de las ideaciones delirantes, disminuyendo su repercusión afectiva y emocional, así como mejoría a nivel conductual, siendo esto percibido por el paciente y el entorno.
JUICIO CLÍNICO AL ALTA
Trastorno psicótico no especificado
DISCUSIÓN
Es importante realizar una correcta entrevista clínica cuándo nos encontremos con modificaciones corporales mediante tatuajes, piercing, y/o escarificación y diferenciar si se tratan conductas que parten de tendencias culturales o son autolesiones no suicidas en relación a un trastorno mental subyacente.
En el caso expuesto, se trata de una autolesión en forma de escarificación en contexto de clínica psicótica activa, evidenciándose una menor repercusión a nivel afectivo y conductual tras el inicio del tratamiento con antipsicótico.
En este trabajo se presenta un caso clínico de un paciente adolescente de 14 años con Trastorno por Deficit de Atención e Hiperactividad (TDAH), Síndrome Arnold-Chiari tipo 1, síndrome alcohólico fetal y discapacidad intelectual moderada, que ingresó en la unidad de agudos de adolescentes por alteraciones conductuales.
Según el DSM.5, el TDAH es uno de los trastornos más comunes en la infancia, que se define por un patrón persistente de inatención y/o hiperactividad-impulsividad, que interfiere en el funcionamiento general y que debe presentarse antes de los 12 años. Los niños y adolescentes afectados por este trastorno presentan problemas académicos, sociales, clínicos y familiares, y padecen mayor sintomatología ansioso-depresiva que otros niños de la misma edad.
En este caso, el centro educativo informó sobre el empeoramiento progresivo de las alteraciones conductuales del paciente en el colegio, que incluyeron heteroagresividad hacia compañeros y otras conductas disruptivas. Durante su estancia en la unidad de hospitalización de adolescentes, se abordó el abordaje terapéutico de estas conductas, así como las dificultades que estos pacientes pueden tener para la adaptación a la vida cotidiana.
Es fundamental destacar la importancia de ofrecer una adecuada información sobre el diagnóstico de TDAH a padres y profesores, para poder favorecer la adaptación del menor al medio. Ajustar las expectativas y ofrecer el apoyo necesario en entornos como las escuelas puede ayudar a estos pacientes a adaptarse y funcionar adecuadamente.
En resumen, este caso clínico destaca la importancia de una atención integral y personalizada para pacientes con TDAH y otras comorbilidades, y la necesidad de una adecuada información y apoyo a padres y profesores para favorecer su adaptación y bienestar
Paciente varón de 45 años que ingresa en la unidad de hospitalización breve (UHB) de psiquiatría ante intento de suicidio grave con un cuchillo en contexto de angustia elevada e impotencia. Finalmente gracias a la intervención de los familiares se evitan lesiones graves quedando únicamente marcas superficiales.
VIve con su madre añosa y tiene 2 hermanos, desde hace años desempleado con nula esfera social aunque sí buen apoyo familiar.
Como antecedentes personales psiquiátricos; el paciente comienza con cuadro depresivo hace 11 años con buena recuperación con AD, posteriormente desarrolla de nuevo un cuadro depresivo esta vez con síntomas psicóticos en 2017 con buena respuesta a APS. Dos ingresos en años posteriores 2020 y 2022 por cuadros depresivos con síntomas psicóticos, en el último ingreso precisa de TEC.
Durante este último ingreso destaca del paciente importante repliegue autístico, impulsividad con ideas autolíticas escasamente elaboradas y perplejidad, tras la estancia en UHB desaparecen las ideas autolíticas así como la perplejidad, pero mantiene importante repliegue autístico, apatía y apragmatismo que condicionan su manejo en domicilio por lo que se decidió su derivación a UME.
Lo interesante de este caso más allá de la llamativa clínica negativa del paciente, es la relación existente con frecuencia en pacientes con estos síntomas y la aparición abrupta (para el observador) de ideación autolítica grave.
Introducción:
A pesar de los avances realizados en el tratamiento de los trastornos afectivos, uno de los mayores problemas de su manejo en la práctica clínica es la respuesta incompleta o la ausencia de respuesta al tratamiento; consideramos depresión resistente, aquella que no responde al tratamiento farmacológico o lo hace de manera parcial. Existen diferentes estrategias para abordar la depresión resistente: incremento de dosis, cambio a otro antidepresivo, combinación de antidepresivos potenciación con otro agente farmacológico (dónde se incluye la TEC y el uso de esketamina intranasal). Por otro lado, la prevalencia de la depresión mayor entre los ancianos oscila entre el 2 y el 5%, caracterizándose por predominar formas involutivas unipolares endógenas de comienzo tardío.
Objetivos:
-Conocer las características propias de la Depresión resistente al tratamiento (DRT).
-Conocer las características propias de la depresión en la tercera edad.
-Explicar el abordaje terapéutico con el uso de esketamina intranasal como potenciador.
Caso Clínico:
Paciente mujer de 79 años, soltera y sin hijos, desde 2019 vive en una Residencia, buen apoyo familiar. Destacan como antecedentes dos cuadros depresivos en 2007 y 2009 en contexto de Trastorno Adaptativo tras fallecimiento de familiares de primer rango; la clínica remitió con tratamiento farmacológico y seguimiento ambulatorio. No consta patología somática de interés.
Es derivada para valoración psiquiátrica ante conductas evitativas de rango paranoide (negativa a la ingesta y continuos rituales de limpieza) que dificultan su cuidado.
A la exploración psicopatológica en Urgencias se objetiva hipotimia e hiporexia con ideación delirante nihilista de corte cotariforme y autoreferencial, junto con alteraciones perceptivas en forma de bromosis.
Se decide ingreso en UCE de psiquiatría, con tórpida evolución, necesitándose un ingreso prolongado debido a la gravedad psicopatológica que arraigaba el cuadro clínico diagnosticado como Trastorno depresivo mayor grave con síntomas psicóticos congruentes con el ánimo (F 32.3), en forma de ánimo depresivo marcado, anhedonia e ideación delirante cotariforme y nihilista.
Inicialmente se implementa tratamiento psicofarmacológico, siendo la respuesta errática y parcial pese a la combinación de antidepresivos. Ante la resistencia a la farmacoterapia, se decide iniciar TEC, sin embargo, tras 8 sesiones no se objetiva merma de la clínica afectiva y psicótica.
Ante esta situación se decide implementar tratamiento farmacológico con combinado con desvenlafaxina 300 mg, litio 400 mg y paliperidona 6 mg, consiguiéndose mejoría pero no estabilidad clínica, por lo que se decide iniciar tratamiento potenciador con esketamina intranasal (Spravato) encontrándose en el momento actual en la novena sesión de la fase de inducción con buena respuesta clínica y la aparición de efectos secundarios leves y reversibles en menos de 8 horas (cefalea, odinofagia y náuseas).
Conclusiones:
Tras el caso clínico expuesto, se antoja necesario ser conocedores delas características propias de la depresión resistente, así como, la clínica psicopatológica en el paciente anciano con depresión , constituyendo así la única vía para un abordaje clínico óptimo.
Introducción:
La conducta suicida es motivo frecuente de interconsulta con Psiquiatría, normalmente en pacientes adultos hospitalizados por secuelas médicas. Los cuadros orgánicos cerebrales pueden presentar también comportamientos auto y heteroagresivos. Presentamos un caso ingresado en Pediatría con un síndrome frontal.
Caso clínico:
Varón de 14 años sin antecedentes de interés ingresado en UCI tras TCE el 13/2/2023. Cuando es explorado en la UCI, neurológicamente el paciente se encuentra inatento con conducta agresiva, sin otros datos de focalidad. El 14/2 se realiza TC craneal basal en el que se observa colección hemática frontobasal izquierda, focos hemorrágicos parenquimatosos en sustancia blanca subcortical frontal y hematoma parenquimatoso en tálamo izquierdo. Analítica sanguínea y EEG sin alteraciones. RM craneal realizada el 16/2 compatible con lesión axonal difusa. Se realiza monitorización de PIC con ecografía de nervio óptico, con grosos de vaina óptica dentro de la normalidad desde el día 15/2 (día previo mínimamente aumentado, sugerente de HTIC). Dado que el paciente evoluciona de forma favorable, se decide traslado a planta de Pediatría. Durante el ingreso en planta de hospitalización de pediatría, el paciente se muestra tendente al sueño (los primeros días la madre refiere que puede dormir 20 horas al día), permaneciendo con ojos cerrados si no se le estimula de forma verbal. Para descartar riego de broncoaspiración es valorado por Otorrinolaringología, sin precisar colocación de sonda nasogástrica. Es capaz de mantener conversaciones con los padres y comer de forma autónoma. Presenta incontinencia de urgencia y alteración para la marcha que se describe como atáxica, por lo que se plantea posible hidrocefalia normotensiva, por lo que el 23/2 se repite TC craneal en que se observa evolución de los hematomas, sin datos sugerentes de hipertensión intracraneal. Se solicita analítica con estudio hormonal, (prolactina, cortisol y perfil tiroideo) sin alteraciones. Dado que la clínica remite de forma espontánea, finalmente no se realiza punción lumbar tras valorar beneficio-riesgo. El paciente no presenta cefalea, y de forma progresiva consigue control consciente de esfínteres. Tolera dieta oral sin alteraciones de deglución. Se realiza prueba terapéutica con metilfenidato escalando dosis despacio con buena respuesta desde el punto de vista cognitivo (mejoría del nivel de vigilia, mejor atención, memoria, lenguaje y resto de funciones cognitivas superiores) pero empeoramiento conductual. Presenta episodios con conductas autolesivas en momentos de frustración y en ocasiones heteroagresivas por fallo en el control de impulsos. Tras realizar un gesto de defenestración por las escaleras desde Neuropeiatría se realiza interconsulta a Psiquiatría infantojuvenil (01/03/2023). En la entrevista realizada en la habitación el paciente no se muestra abordable, impresiona de no tener conciencia clara y no contesta a las preguntas. Tiende a masturbarse de forma compulsiva con claros signos de un síndrome frontal. JC: Cuadro orgánico cerebral. Se pauta olanzapina de recate para control clínico junto a medidas para garantizar la seguridad con buena evolución.
Conclusiones: Son muy variadas las condiciones clínicas en las que se pueden presentar las conductas suicidas en las plantas médicas. Los cuadros orgánicos cerebrales precisan especial atención para prevenir estas conductas de riesgo.
Varón de 48 años, sin antecedentes médicos ni psiquiátricos previos de interés que inicia seguimiento en programa APS (Atención y Prevención del Suicidio) de Inca (sector Tramuntana de Mallorca) en noviembre de 2020 derivado desde urgencias de psiquatría por ideas de muerte.
Natural de Chile, en Mallorca desde hace años. Casado, vive con su mujer y dos hijos. Religión católica, participa tocando en las misas y da clases de catequesis. Trabaja como profesor de cocina en un centro de discapacidad intelectual, de baja laboral desde hacía una semana. Acude a urgencias por ideas de muerte y elevada ansiedad. Los principales detonantes del empeoramiento han sido una problemática laboral y que su hija que iba a ser monja ha colgado el hábito.
La orientación diagnóstica es de episodio depresivo mayor con clínica ansiosa. Se inicia tratamiento antidepresivo y comienza el seguimiento en el programa APS. Realiza seguimiento con psiquiatría, psicología y enfermería. Precisa varios ajustes farmacológicos por elevada ansiedad, ánimo bajo e insomnio. Se detectan rasgos de personalidad obsesivos que condicionan su funcionamiento.
Realiza seguimiento regular con psiquiatría, psicología y enfermería. Episodio depresivo parcialmente resuelto con tratamiento con venlafaxina y quetiapina.
En una de las visitas, tras meses de vinculación, verbaliza ideas delirentes de contenido místico, de larga evolución. Refiere que su fe en Dios le ha ayudado pero que cuando empezó su estado depresivo estaba en crisis existencial religiosa. También comenta que él vino a España por una misión de evangelización y a veces ha llegado a pensar que podría ser un profeta. Pensamiento místico, siempre ha sentido al Espíritu Santo. Explica que estos pensamientos místicos se ven condicionados por su estado de ánimo, en momentos de mayor euforia y ánimo hipertímico piensa que tiene un papel evangelizador, de salvador, en momentos de bajo estado de ánimo siente que está poseído por el mal, que no sirve para nada bueno y aparecen las ideas de muerte.
Se mantiene entrevista con la esposa en la que se repasa la clínica afectiva a lo largo de su vida. Describre primer episodio compatible con episodio maníaco a los 20 años. Dice que estos periodos duran 15-20 días, se alternan con periodos de ánimo más estable y con otros de bajo estado de ánimo. Reconoce consumo alcohol y otros tóxicos en la juventud porque le ayudaban a regular el estado de ánimo.
Se orienta como un Trastorno bipolar, episodio actual depresivo y se instaura tratamiento estabilizador con litio, con buena respuesta. Adecuada conciencia de enfermedad, con aceptación del tratamiento farmacológico y capacidad de mayor introspección.
Se deriva al paciente a la unidad de salud mental para seguimiento por psiquatría, pudiendo darse el alta definitiva del programa tras un año de seguimiento.
En este caso se observa como a través de la vinculación y seguimiento intensivo de un paciente con ideación autolítica ha sido posible la detección de un trastorno mental grave.
La esquizofrenia es una de las enfermedades más invalidantes, tanto por su sintomatología, como por las consecuencias sociales, familiares
Se expone el caso de un paciente institucionalizado, con diagnóstico de Esquizofrenia paranoide con mal control.
El paciente es diagnosticado en su juventud, siendo imposible para su familia la contención en domicilio debido a la sintomatología positiva que aparece en el paciente.
Por esta razón, se decide internar al paciente, que se mantiene durante varios años institucionalizado.
Se logra controlar la clínica positiva con altos niveles de Risperidona, que posteriormente se modifica a tratamiento de larga duración, en este caso dos semanas.
Aparece clínica negativa, en forma de apatía, abulia y anhedonia, y posteriormente ideas de suicidio, debido a la situación del paciente.
Debido a la estabilidad en la clínica positiva y el mal control que presentó en el pasado el paciente, se decide el cambio a paliperidona de larga duración, en este caso en posología de 6 meses.
Tras el primer mes, la clínica negativa va remitiendo, mejorando en las relaciones con los demás internos. Tras la segunda dosis de la medicación, se realizan salidas terapéuticas con su familia, que se van haciendo de mayor duración.
La situación del paciente ha mejorado de tal manera que se plantea el alta, tras pasar los últimos 10 años institucionalizado.
Introducción: Las demencias rápidamente progresivas son entidades clínicas de rápida instauración que se manifiestan con un deterioro cognitivo agudo. Su etiología es diversa e incluye un gran número de condiciones neurodegenerativas, tóxicas, metabólicas, autoinmunes, infecciosas y vasculares. Su diagnóstico supone un gran desafío, por ser algunas de ellas potencialmente tratables y reversibles.
Objetivo: Realizaremos una revisión de un paciente con demencia rápidamente progresiva (DRP), en seguimiento en la Unidad de Salud Mental de Albacete. Estudiaremos el diagnóstico diferencial de las principales DRP y de las posibles causas de psicosis en el paciente anciano.
Métodos y resultados: Mujer de 79 años que comenzó en 2021 con clínica ansiosa-obsesiva, y delirio de perjuicio-envenenamiento, que ha precisado diversos fármacos presentando intolerancias y efectos paradójicos a la gran mayoría. En los últimos tres meses, ha requerido dos ingresos involuntarios, donde se ha objetivado una rápida progresión del deterioro cognitivo, así como la presencia de clínica psicótica, síntomas parkinsonianos, y otras patologías orgánicas concominantes. Se realiza seguimiento conjunto por parte de Geriatría-Psiquiatría, y se realizan pruebas diagnósticas (analítica general, EEG, TAC y RM cerebral, punción lumbar). A destacar, aparece una atrofia parietal cerebral, los marcadores de péptido beta amiloide alterados, así como ITU por Proteus mirabilis y Escherichia coli (tratada durante el ingreso). Ante la clínica presentada, y los resultados obtenidos en las pruebas complementarias, se plantea como primer diagnóstico demencia por Cuerpos de Lewy. A continuación, realizaremos un diagnóstico diferencial de las principales demencias rápidamente progresivas.
Conclusiones: Es importante hacer hincapié en la posible aparición de sintomatología de índole psicótico en otras patologías fuera del ámbito psiquiátrico. En algunos casos, las demencias de instauración rápida, son reversibles si la instauración de tratamiento es precoz y eficaz. Por ello, planteamos la necesidad de realizar un correcto despistaje orgánico en el diagnóstico de demencias de rápida instauración.
Mujer de 45 años que se encuentra en Sala de Despertar tras intervención quirúrgica por parte de Traumatología por sección de tendones en las muñecas realizados en el día de ayer como método autolítico. Tiene antecedente de ingreso en hospital de referencia y seguimiento en Unidad de Salud Mental Comunitaria correspondiente. Orientación diagnóstica de Trastorno por consumo de alcohol, benzodiacepinas y tabaco y Trastorno mixto de ansiedad y depresión.
Tratamiento habitual:
Venlafaxina liberación modificada 150 mg, 1 – 0 – 0
Olanzapina 2.5 mg, 1 – 1 – 0
Olanzapina 10 mg, 0 – 0 – 1
Quetiapina 100 mg 0 – 1 – 1
Pregabalina 100 mg, 1 – 0 – 1
Complejo vitamínico B1, B6, B12, 1 – 1 – 1
A nuestra llegada la paciente se encuentra en Sala de Despertar, tranquila. Explica hechos acontecidos en el día de ayer. Describe historia longitudinal de trastorno de ansiedad, con intento autolítico previo mediante ingesta medicamentosa previa hace unos meses tras ruptura de relación de pareja, con buena respuesta al tratamiento psicofarmacológico prescrito posteriormente por psiquiatra referente. Refiere que se le recomendó acudir a centro de deshabituación por parte de su psiquiatra por abuso de benzodiacepinas y alcohol y en dicho centro se ha pautado la retirada paulatina en el plazo de 30 días de tratamiento psicofarmacológico hasta no mantener ninguno de estos fármacos en su tratamiento habitual. Describe que con la progresiva retirada presentó un progresivo empeoramiento y una mayor incidencia de la ideación de muerte y autolisis que provocó en el día de ayer el corte en muñecas de vasos sanguíneos y tendones. A su llegada a Urgencias se indicó administración de Olanzapina 10 mg vía oral para contención de crisis de ansiedad presentada previo a intervención quirúrgica. Actualmente no realiza crítica del gesto, mantiene ideación autolítica y solicita ingreso hospitalario para contención del cuadro actual y retomar tratamiento.
Consciente, orientada en las tres esferas, colaboradora. Funciones superiores y capacidad de juicio conservadas. Atenta. Ánimo triste, depresiva, con incontinencia afectiva con llanto en consulta. No labilidad afectiva. Apatía. Anhedonia. Ansiedad flotante y en crisis exacerbadas tras la retirada de psicofármacos en las últimas semanas. Pensamiento conservado en curso y propiedad con ideación de muerte, autolesión y autolisis que ha aparecido de forma más incidente tras la retirada de tratamiento psicofarmacológico. Gesto autolítico realizado de forma impulsiva con intencionalidad autolítica y con escasa crítica posterior, verbalizando planes de futuro a corto plazo y solicitando deseos de ayuda. Lenguaje coherente y fluido. Sin alteración en la psicomotricidad o en la sensopercepción. Funciones vegetativas sin alteraciones groseras. Refiere buen apoyo familiar percibido.
Varón de 46 años que se encuentra en UCI tras intento de ahorcamiento la noche del sábado. No antecedentes psiquiátricos registrados en historia dlínica. Antecedente de intervención quirúrgica de bypass gástrico realizada en 2021.
El paciente a nuestra llegada se encuentra despierto, mantiene conversación, se encuentra ajustado en conducta. Explica no recordar nada de lo sucedido ni cómo pudo llegar al hospital. Reconoce que se encuentra en el hospital pero no logra establecer en qué zona del hospital está ingresado. Describe haber visto a su pareja durante el desayuno y nos relata lo que ésta le ha contado sobre los sucesos que motivaron el ingreso. Expresa ser bebedor de alcohol de forma moderada (unas 4 UBE/día), negando el consumo de otros tóxicos, y relacionando este consumo con situación de estrés que mantiene por dificultades económicas en el ámbito familiar. Solicitamos permiso para entrevistarnos con su pareja, que el paciente acepta.
Al entrevistarnos con su pareja nos describe los hechos acontecidos previos al ahorcamiento del paciente. Destaca el consumo de cocaína (que impresiona de diario) y el consumo de alcohol más elevado del descrito por el paciente (aproximadamente unas 16 UBE/día en cerveza y consumo añadido de alcohol destilado de mayor graduación). Refiere discusión de pareja en la noche del sábado, tras cumpleaños de su hijo, tras la cual el paciente realiza intento autolítico mediante ahorcamiento en el jardín de su vivienda, con material propio, siendo rescatado de forma prematura por su pareja y su cuñada . A nivel longitudinal, la acompañante describe conducta que dificultan la relación de pareja «me coloca grabadoras en la casa… en el bolso… me vigila con quien estoy y con quien no…» haciendo posteriormente relación entre estas conductas y el consumo de tóxicos. Se explica al paciente las contradicciones encontradas entre el discurso relatado por él y el de su pareja y reconoce consumo de cocaína diario “pero un gramo o gramo y poco… vamos lo normal… quien le diga que no consume eso ya le digo yo que le miente…”
En un encuentro posterior se observa mejoría de la tendencia al sueño. Admite consumo abusivo de alcohol y de cocaína, así como situación de estrés laboral y dificultades en el plano económico que favorecen el aumento del consumo de tóxicos. Explica contenidos del pensamiento descritos anteriormente por su pareja como relacionados con el consumo de alcohol abusivo y crónico. Expresa que mantiene recuerdos vagos de la situación en los momentos previos al intento autolítico, no logrando describir el intento en sí, describiendo un corte en la memoria longitudinal hasta su despertar en la UCI. Actualmente niega la presencia de ideación o intencionalidad autolítica o autolesiva, se sorprende por el gesto realizado durante el episodio de intoxicación y expresa planes correctos de futuro. Destaca la escasa capacidad de insight sobre la impulsivdad, la letalidad del gesto y la asociación del mismo con estado de intoxicación.
En un 20% de pacientes con esquizofrenia existe resistencia al tratamiento y en un porcentaje más alto, persiste sintomatología positiva, pese a la minimización de la clínica más incapacitante y la correcta pauta de tratamiento antipsicótico. En este póster se desarrolla un caso clínico de un paciente con diagnóstico de esquizofrenia paranoide con clínica alucinatoria, resistente a dos antipsicóticos en monoterapia y que finalmente precisa pauta en combinación.
Con la exposición de dicho caso, se pretende entrar en discusión sobre la combinación de antipsicóticos como herramienta potenciadora y para conseguir elevar la eficacia de tratamiento y minimización de efectos secundarios, frente a dosis muy elevadas de un antipsicótico en monoterapia.
Presentamos el caso de una mujer de 48 años que ha tenido seguimiento en los últimos 3 años por Psiquiatría por sintomatología ansioso-depresiva en contexto de sufrimiento ante adversidad vital. En su caso se sucedieron una serie de eventos estresores añadidos a la preocupación por el diagnóstico y pronóstico de varios miembros familiares diagnosticados con Corea de Huntington. Ésta situación motivó un empeoramiento a nivel anímico y varias crisis de ansiedad limitantes en relación a ideas de ruina y desesperanza por la posibilidad de que a ella también la diagnosticaran de tal enfermedad genética, negándose en un principio a realizarse estudio genético.
En el último año y ante el inicio de clínica neurológica compatible, nuestra paciente finalmente se ha realizado tal estudio, llegando finalmente al temido diagnóstico de Corea de Huntington. En el momento actual, además de presentar sintomatología ansioso-depresiva en tratamiento con ISRS y benzodiacepinas, la paciente ha comenzado a presentar movimientos corporales espasmódicos y dificultad para la coordinación y manipulación de objetos , llegando a ser derivada a consultas específicas de Trastorno de Movimiento y comenzando tratamiento con un antipsicótico (Risperidona) por parte de Neurología.
Creemos que este caso ayuda a ilustrar las dificultades que atañen un padecimiento neurodegenerativo como la Corea de Huntington y la necesidad de la coordinación entre múltiples especialidades médicas para su manejo. De igual forma consideramos éste un ejemplo más (ya descrito ampliamente en la bibliografía) de presencia de clínica afectiva franca en pacientes con tal enfermedad. Consideramos de vital importancia el facilitar recursos específicos (seguimiento por psicología, grupos de apoyo al duelo, etc) a familias afectadas.
Presentamos un caso de una paciente de 42 años que lleva presentando en los últimos 4 años sintomatología compatible con trastorno depresivo recurrente. En seguimiento por Psiquiatría a nivel ambulatorio, la paciente ha presentado siempre una tendencia a la elaboración somática de los síntomas ansiosos, con presencia de episodios breves de pérdida del sentido de la realidad, bradipsiquia e importante inhibición conductual que ha requerido el tratamiento con múltiples antidepresivos. Paralelamente la paciente ha tenido un seguimiento discontinuo por parte de Neurología debido a la presencia de fallos de memoria episódica reciente y bloqueos de pensamiento. La sintomatología cognitiva predominante en la paciente ha sido siempre encuadrada dentro del contexto de episodios depresivos graves y recurrentes.
En el último año los problemas cognitivos han provocado tal limitación funcional que se han revitalizado los esfuerzos en el encuadre diagnóstico de la paciente. Así, y a raíz de la realización de diversas pruebas complementarias ( RM cerebral, punción lumbar con estudio de LCR) se ha llegado al diagnóstico de Encefalitis autoinmune anti-NMDA cronificada. La paciente ha tenido 2 ingresos posteriores en Neurología por empeoramiento de su enfermedad y se encuentra actualmente en tratamiento con inmunoterapia y seguimiento estrecho.
Se plantea este caso cómo ejemplo de los peligros que puede acarrear el encasillamiento diagnóstico en Psiquiatría y cómo un recordatorio de la importancia de un seguimiento multidisciplinar ante la presencia de clínica neuropsiquiátrica.
1. Introducción:
La psicosis relacionada con tóxicos es una patología común en la práctica clínica de Psiquiatría. Por lo tanto, debe ser conocida y diferenciada de otros trastornos que pueden producir síntomas psicóticos.
2. Objetivos:
Se presenta el caso de una mujer de 44 años originaria de Filipinas, separada, con dos hijas y con historia biográfica de múltiples traumas en su infancia. Antecedentes de consumo de alcohol y de shabú (metanfetamina inhalada). Ingresada por tuberculosis en el Servicio de Medicina Interna, y vista por Psiquiatría de Enlace.
3. Material y métodos:
La paciente refería que tuvo una “llamada del Señor”, motivo por el cual dejó de consumir drogas, entregándose desde entonces a la fe cristiana. Se había marchado de su casa para vivir en la calle a modo de penitencia. Al regresar a casa, sus familiares evidenciaron pseudoalucinaciones auditivas de contenido vejatorio, así como ideas de muerte.
Por otro lado, la paciente presentaba cierto desasosiego, ansiedad y labilidad emocional. Cabe resaltar sentimientos exacerbados hacia la religión, impresionando de ideas sobrevaloradas, así como las alteraciones sensoperceptivas de contenido catatímico, sobre las cuales realizaba crítica completa.
4. Resultados:
Se diagnostica de posible patología relacionada con el trauma, sin poder descartar un trastorno psicótico. Se inicia Olanzapina 5mg vía oral, con mejoría del descanso y de su ansiedad desde el inicio de la terapia. Posteriormente se cita para seguimiento ambulatorio con Psiquiatría
5. Conclusiones:
El shabú es una droga de uso frecuente en la población de origen filipino, y es importante tenerla en cuenta a la hora de afrontar una sospecha de psicosis, entendiendo también el contexto en el que se consume.
Varón de 21 años procedente de un área rural de salud cuyo hospital más cercano se encuentra a más de una hora en coche, y su USMC de referencia a media hora, con carreteras comarcales de difícil acceso.
Su andadura en Salud Mental comienza a los 18 años tras ser traído por su familia al Hospital Virgen de Valme, por alteraciones conductuales en domicilio, verbalización de ideas de perjuicio y fenómenos sensoperceptivos, desencadenados por el consumo habitual de THC y cocaína. Ante la imposibilidad de contención del paciente en el medio familiar y la clínica tan florida, se procede a su ingreso en la Unidad de Agudos, presentando así su primer contacto e ingreso en una unidad de hospitalización. A su alta domiciliaria se incluyó el caso en el censo de Primeros Episodios Psicóticos para un seguimiento y evaluación más cercano del caso.
Tras el alta domiciliaria, el paciente continuó con consumo de tóxicos y alteraciones de conducta que requirieron un total de cuatro ingresos hospitalarios en los últimos tres años, cuyos motivos de consulta a urgencias eran alteraciones de conducta asociadas a clínica delirante en el contexto de consumo de tóxicos. Ha estado en tratamiento antipsicótico con Aripiprazol con mala adherencia al mismo.
En el último ingreso hospitalario llevado a cabo en enero del 2022 se inició tratamiento con Palmitato de Paliperidona vía oral con buena tolerancia al mismo y con disminución de clínica sensoperceptiva y delirante en la Unidad de Agudos, iniciando en el mismo ingreso el paso a inyectable mensual. Se procede al alta del paciente con citas de seguimiento en su USMC de referencia, con orientación diagnóstica al alta de “Trastorno psicótico agudo” y “Trastorno por consumo perjudicial de sustancias”.
Durante el seguimiento en su USMC de referencia el paciente acude a sus citas de revisión con facultativo y a sus citas con enfermería para administración del inyectable, con disminución de conductas desorganizadas, suspicacia e irritabilidad. Se propone al paciente el paso de inyectable mensual a la dosis trimestral con buena aceptación por su parte. Tras dos dosis de inyectable trimestral con buena adherencia al tratamiento, se vuelve a proponer al paciente el paso al inyectable semestral para garantizar su adherencia y así facilitar el acceso al mismo debido a la distancia de su domicilio y su USMC de referencia. El paciente acepta y hasta la fecha existe una excelente respuesta al tratamiento con asistencia a las citas con facultativo referente para evolución del proceso.
Podemos concluir que las nuevas formas de administración de larga duración de los antipsicóticos permiten una mayor adherencia al tratamiento, siendo un elemento fundamental en aquellas zonas rurales que dificultan el acceso a los equipos de Salud Mental.
INTRODUCCIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL CASO
Varón de 37 años diagnosticado de TOC con predomino de pensamientos obsesivos y trastorno por abuso de sustancias desde la adolescencia.
Durante su recorrido, realizó seguimiento ambulatorio por parte de salud mental tanto a nivel público como privado, contó con múltiples ensayos farmacológicos a dosis altas y en combinación (ISRS, ISRN, ATC, anticonvulsivantes, AP típicos y atípicos, BZD, ansiolíticos no BZD, etc.) y presentó varios ingresos hospitalarios en psiquiatría a nivel público y privado. Además, estuvo en numerosos centros de desintoxicación y deshabituación.
En ningún momento hubo una remisión completa de la sintomatología, por lo que se diagnosticó de TOC resistente al tratamiento. Los pensamientos obsesivos se incrementaban en los momentos de abstinencia a drogas y el paciente usaba los tóxicos a modo de evasión de las rumiaciones. En todos los casos hubo una recaída en el consumo, empeorando el pronóstico de la enfermedad.
En los últimos años de evolución, comenzó a presentar ideas de muerte y realizó hasta cuatro tentativas de suicidio mediante sobreingesta de drogas y fármacos. Finalmente, el paciente falleció por suicidio consumado.
OBJETIVOS
Estudiar la prevalencia de riesgo de suicidio y TOC resistente al tratamiento.
MÉTODOS
Se realiza una búsqueda bibliográfica y revisión de la literatura, encontrándose un único artículo que estudió directamente la asociación entre suicidio y TOC resistente (Hantouchea et al., 2008).
RESULTADOS
La prevalencia de tentativas suicidas en la población con TOC resistente fue del 26% frente a una prevalencia del 13% en pacientes con TOC y buena respuesta al tratamiento.
CONCLUSIONES
Según estos resultados, la prevalencia de conductas suicidas en los pacientes con TOC resistente es mayor que en la población con TOC no resistente. Sin embargo, no existen apenas estudios que evalúen esta asociación. Algunos trabajos científicos mencionan que los grupos de pacientes TOC con más tendencias suicidas presentaban mayor severidad de los síntomas obsesivo-compulsivos, mayor comorbilidad con otras patologías mentales y menor respuesta al tratamiento farmacológico.
Este caso apoya la importancia de realizar una evaluación y monitorización del riesgo suicida en los pacientes con TOC resistente al tratamiento, sobre todo si se presenta en asociación con otros trastornos comórbidos como la adicción a tóxicos. Además, deben realizarse más investigaciones para valorar la asociación entre el TOC resistente y el riesgo de suicidio.
Introducción
Desde la pandemia por COVID-19 se ha producido un incremento importante en los ingresos en unidades de hospitalización breve infantojuveniles. El motivo de ingreso más frecuente consiste en intentos autolíticos y las conductas autolesivas en mujeres adolescentes. La intervención en estos casos es compleja y supone un reto para cualquier profesional de salud mental.
Objetivos
El objetivo de este trabajo es mostrar cómo las intervenciones a través de dibujo son una herramienta clave y potente de vinculación, de expresión y de trabajo psicoterapéutico en estos pacientes.
Presentación del caso
Se trata de una mujer de 14 años que ingresa en unidad de Hospitalización Breve por ideación autolítica y múltiples autolesiones no suicidas en gran parte de miembros superiores e inferiores.
A nivel familiar destaca un sistema de crianza muy autoritario basado en elevadas exigencias académicas y con elevada rigidez ante las normas. Se observa una dificultad importante para la diferenciación del individuo en una identidad diferente a la del sistema. El núcleo familiar lo forman los padres de la paciente, una hermana mayor de 22 años y la paciente de 14 años. Desde primera infancia, la paciente acude 4 veces por semana a conservatorio asistiendo a diferentes clases. Además, realiza atletismo varias veces por semana. A nivel escolar la paciente tiene buen rendimiento académico pero tiene dificultades a nivel social, con acoso escolar.
A raíz del confinamiento, describiendo conflictos frecuentes con su padre por el tema académico, la paciente comienza con aislamiento, animo bajo y autolesiones. Es llevada a urgencias desde centro escolar por evidenciar múltiples autolesiones.
Al inicio del ingreso la paciente presenta dificultad para la vinculación y expresión del malestar. Tendía a mostrarse cabizbaja, inhibida y con respuestas parcas y monosilábicas. Ante esto se anima a la paciente a expresarse a través de dibujo, quien aporta los dibujos mostrados en el póster. A través de éstos se consigue explorar situación familiar, describiendo los diferentes síntomas (pensamientos, emociones y temores) y mostrando de forma muy intensa y clara el malestar emocional de la menor. Esta intervención resulta muy movilizadora y permite una intervención familiar con la madre de la paciente reforzando su vínculo. Se realizan más dibujos durante el proceso terapéutico que facilitan la remisión de las ideas de muerte, le otorgan a la paciente una estrategia útil de desarrollar autoconocimiento y de expresión de mundo interno permitiendo el alta con un acercamiento a su madre.
Conclusión
Generar un espacio de seguridad con el paciente es un objetivo primordial de cara a forjar una relación terapéutica en adolescentes con conductas parasuicidas. Se quiere mostrar cómo el dibujo libre resulta eficaz a la hora de facilitar la expresión emocional en un adolescente, ya que tienen en muchos casos, niveles importantes de alexitimia que dificultan la conexión con el malestar desde el componente verbal.
Introducción
La nueva pauta de administración de aripiprazol de liberación prolongada de 800 mg depot intramuscular como inicio de la medicación inyectable ha mejorado la adherencia al suspender la medicación oral durante 14 días, requiriendo solo 20 mg de aripiprazol oral el día de las inyecciones intramusculares.
Objetivo
Mostrar el caso de una menor de 17 años ingresada en unidad de adolescente por alteración de conducta en contexto de discapacidad intelectual que recibió 800 mg intramuscular en forma de depot sin efectos secundarios y con buena tolerancia.
Presentación del caso
Se trata de una mujer de 17 años, adoptada a los 2 años, desconociéndose historia psiquiátrica de familia psiquiátrica. Tiene un diagnóstico de TDAH y trastorno de conducta en la infancia. A los 13 años se le realiza un test WISC obteniendo la puntuación de 69, con el diagnóstico de discapacidad intelectual leve. Desde el inicio de la adolescencia recibe importante acoso escolar en forma de agresiones físicas, junto con un episodio de abuso sexual.
Desde entonces presenta ánimo bajo, explosiones de rabia frecuentes, autolesiones en gran parte de la superficie corporal con varios intentos autolíticos que le han llevado a múltiples ingresos en Unidad de Hospitalización Breve de adolescentes.
En el ingreso actual se encuentra en tratamiento con olanzapina 15 mg al día, guanfacina 4 mg y sertralina 150 mg.
Con esta medicación se mantenían las alteraciones de conducta ante cualquier frustración. Además asociaba hiperfagia junto con aumento de peso y rechazo de imagen corporal. Mantenía negativas puntuales a la ingesta (llegando a precisar de forma puntual sonda nasogástrica) y toma irregular de medicación por nula colaboración.
Ante la tórpida evolución y la escasa adherencia se decide iniciar aripiprazol 20 mg con descenso progresivo de olanzapina hasta su retirada. Además, se administran dos dosis de aripiprazol 400 mg intramuscular depot (total 800 mg) suspendiendo al día siguiente a la inyección la dosis oral de aripiprazol. Con esta pauta la paciente no presentó efectos adversos, sin alteraciones de electrocardiagrama, sedación u otros efectos adversos reseñables. Con este tratamiento se produjo un mejor control de impulsos y mejoría de las explosiones de rabia. Además, previamente al cambio de tratamiento, gran parte de las explosiones tenían que ver con la toma de medicación, produciéndose desde la administración depot del fármaco una mejoría en estas situaciones.
Conclusión
El régimen de inicio de aripiprazol depot 800 mg intramuscular ofrece la ventaja de reducir el tiempo de suplementación oral (antes de 15 días oral tras administración) sin mostrar cambios farmacocinéticos notables y con misma eficacia y perfil de tolerancia, mejorando la adhrencia al tratamiento. Este caso muestra cómo su administración en adolescente de 17 años obtuvo buena tolerancia.
INTRODUCCIÓN: El suicidio es un problema de gran impacto social, familiar y sanitario, en el que influyen múltiples factores psicológicos, sociales, biológicos, culturales y ambientales. En la actualidad se ha visto un incremento del consumo de tóxicos lo que está repercutiendo en la salud física y mental de la población pudiendo ser un precipitante de la conducta suicida.
1. OBJETIVO
Exponer el caso de una paciente con intento autolítico mediante ingesta de medicamentos, alcohol y morfina inyectada, su diagnóstico, tratamiento y evolución.
2. MATERIAL Y MÉTODO
Mujer de 34 años, que acude a consulta de su Psiquiatra en USMC (Unidad de Salud Mental Comunitaria) de manera Urgente, acompañada de una amiga.
Antecedentes Somáticos:
– Alergia a Codeína y Salbutamol
Antecedentes Psiquiátricos:
– Inicio de seguimiento en USMC dos meses antes.
Historia toxicológica:
– Tabaco: 8 cigarros/día
– Alcohol: 25 UBE/día en las últimas semanas
– Abuso de benzodiacepinas
Antecedentes Biográficos:
– Vive sola.
– Sanitaria. Estudia oposiciones.
– Madre fallecida hace un año tras proceso oncológico
– Distanciamiento de su padre (problemática de herencia)
– DESCRIPCIÓN DEL CASO
La paciente acude a USMC traída por una amiga, la cual está muy preocupada. Indica aumento del consumo de alcohol y benzodiacepinas en las últimas semanas con finalidad ansiolítica. En los últimos días, la paciente refiere haber ingerido un número incuantificable de su tratamiento habitual (Fluoxetina 20mg, Alprazolam 1mg, Zolpidem 10mg) realizando Ingestas Medicamentosas Voluntarias (IMV) de manera repetida, llegando incluso a inyectarse morfina (tratamiento de su madre fallecida) que tenía en el domicilio con intencionalidad suicida.
La paciente verbaliza deseos de muerte e ideación suicida “… no sirvo para nada, no soy capaz de sacar las oposiciones… mi vida es una montaña rusa…”
Se procede a ingreso, que la paciente acepta.
– EXPLORACIÓN Y PRUEBAS COMPLEMENTARIAS
En planta, inicialmente poco colaboradora con tendencia disfórica.
Ánimo hipotímico, falta de ilusión con deseos de muerte y gestos autolíticos de repetición.
Fallos de concentración que provocan frustración e insatisfacción vital actual con desesperanza.
Escala riesgo suicida SAD PERSONS: 6
– JUICIO CLÍNICO
o F32.9 Episodio depresivo sin especificación
o F10.1 y F13.1 Consumo perjudicial de alcohol y Benzodiacepinas
– TRATAMIENTO AL ALTA
o Fluoxetina 20mg (2-0-0)
o Lormetazepam 2mg (0-0-1)
o Trazodona 100mg (0-0-1)
o Abstención de consumo de alcohol y otros tóxicos
3. RESULTADOS Y CONCLUSIONES
Al alta presenta mejoría anímica, se encuentra tranquila y sin ideación autolítica. La paciente agradece el ingreso, así como la ayuda recibida.
Actualmente se encuentra en seguimiento por la Unidad de Salud Mental Comunitaria de referencia donde está recibiendo atención por su Psiquiatra y Psicólogo, además de acudir al CPD (Centro Provincial de Drogodependencias).
Ha dejado el consumo de tóxicos, incluso de tabaco.
Presenta buena adherencia terapéutica y adecuados planes de futuro, como retomar el estudio de las oposiciones.
INTRODUCCIÓN Y DESCRIPCIÓN DEL CASO
Mujer de 47 años con diagnóstico de esquizofrenia paranoide, en tratamiento con palmitato de paliperidona 100 mg IM cada 28 días y clozapina 150 m/d, con adherencia errática.
Sin alergias conocidas ni antecedentes médicos de interés salvo DM tipo 1 con mal control.
Destaca un curso grave y resistente a tratamiento, con diez ingresos anteriores, y manteniendo un estado basal con la presencia de alucinaciones auditivas crónicas, en forma de la voz de sus familiares, con escasa repercusión.
Ingresa en UHB de Psiquiatría por descompensación psicopatológica con agresividad hacia familiares.
En el primer día del ingreso, comienza a presentar un cuadro de hipertermia con fiebre mayor de 39º, bajo nivel de conciencia, disregulación autonómica con diaforesis, hipertensión severa y taquicardia sinusal. En ningún momento presenta rigidez o elevación de CPK. No presenta flexibilidad cérea ni catalepsia, no reflejos de liberación frontal, reflejo glabelar extinguible. Se suspende el tratamiento e ingresa en UVI y posteriormente en Medicina Interna.
Se realizan las siguientes pruebas complementarias, todas con resultados dentro de la normalidad: TAC y RMN craneales, punción lumbar, análisis de sangre y orina, EEG, por lo que se orienta como sospecha principal un síndrome neuroléptico maligno de características atípicas.
Tras 14 días con fiebre mantenida de 40º y bajo nivel de conciencia el cuadro clínico remite espontáneamente.
Tras la resolución del cuadro orgánico se instaura tratamiento con aripiprazol monohidrato 800 mg IM c/28d, con resolución de la clínica.
Reingresa semanas más tarde por ideación delirante de envenenamiento y de suplantación tipo Capgras. Se añaden 9 sesiones de TEC al tratamiento, con la resolución completa del cuadro.
DISCUSIÓN
El síndrome neuroléptico maligno es una urgencia médica infrecuente (con una incidencia del 0.2-3%) pero potencialmente fatal, con una mortalidad mayor al 10%
Clínicamente se caracteriza por una tétrada consistente en alteración del nivel de conciencia, rigidez, hipertermia y disfunción autonómica.
El síndrome neuroléptico maligno de características atípicas se caracteriza por la falta de rigidez o hipertermia. Se ha descrito asociado con mayor frecuencia a anti-psicóticos atípicos, cursando de manera más leve y con mejor pronóstico.
El SNM asociado a clozapina cursa con fiebre como síntoma inicial, solo da rigidez en un 60% de los casos y con una elevación muy leve y tardía de CK.
CONCLUSIONES
El SNM es una complicación rara pero potencialmente fatal. Es fundamental la identificación precoz y una ampliación de los criterios diagnósticos puede aportar mayor sensibilidad para detectar los casos atípicos.
El SNM asociado a anti-psicóticos atípicos tiene características atípicas, un curso clínico más leve y un mejor pronóstico.
BIBLIOGRAFÍA
1. Vargas Adriana, Gómez-Restrepo Carlos. Síndrome neuroléptico maligno. Rev. Colomb. Psiquiatr. 2007 Oct; 36( Suppl 1): 101-125
2. Durbach JR, Rosen G, De La Cuesta C, Gottlieb S. Atypical neuroleptic malignant syndrome in a COVID-19 intensive care unit. Cureus. 2022
3. Picard LS, Lindsay S, Strawn JR, Kaneria RM, Patel NC, Keck PE. Atypical neuroleptic malignant syndrome: Diagnostic controversies and considerations. Pharmacotherapy. 2008;28(4):530–5
Introducción: El suicidio es un grave problema de salud pública, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente, un millón de personas realizan conductas suicidas en el mundo. La depresión con síntomas psicóticos es una variante de episodio depresivo mayor en la cual, el paciente manifiesta síntomas psicóticos junto con otros síntomas de la esfera depresiva, en ausencia de otro trastorno psicótico. Además, un amplio porcentaje de estas evolucionan a otro trastorno mental grave y el riesgo de suicidio está marcadamente aumentado.
El objetivo es exponer el siguiente caso en el que un paciente con depresión mayor con síntomas psicóticos presenta conductas suicidas.
Descripción del caso: Paciente varón de 52 años, ingresa en unidad de hospitalización tras intento autolítico mediante ahorcamiento. No presenta antecedentes psiquiátricos. No hábitos tóxicos. Antecedentes médicos rinitis. Antecedentes familiares: Padre alcoholismo ya fallecido.
El paciente en las primeras entrevistas se objetiva que presenta ánimo decaído de meses de evolución en relación a estresantes laborales. En la exploración psicopatológica, el paciente realiza crítica del intento autolítico realizado, presentando ánimo deprimido e insomnio de conciliación. Introvertido, ligera suspicacia con el personal de la unidad y no desea salir, objetivándose ideas delirantes de perjuicio en el entorno laboral y ruina respecto a su familia, el paciente explica que esas ideas le llevaron a realizar un intento autolítico de alta letalidad, verbalizando “no veía otra salida”.
Se diagnostica como Episodio depresivo grave con síntomas psicóticos, por lo que se decide iniciar tratamiento con antidepresivo con sertralina 100mg y antipsicótico con lurasidona 18.5mg. El paciente presenta buena respuesta al tratamiento, remitiendo la clínica psicótica y mejorando la clínica depresiva. El paciente realiza seguimiento ambulatorio con buen pronóstico.
Conclusión: Los factores de riesgo de suicidio son muy variados por lo que la prevención de las conductas suicidas en los sujetos con o sin enfermedad mental, debe estar presente en todos los ambientes socio-laborales.
INTRODUCCIÓN
La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce el suicidio como un importante problema social y de salud pública que están en aumento en la actualidad. Existe una relación entre conductas suicidas y trastornos de personalidad. El consumo de alcohol está asociado a un mayor riesgo de planificación, ideación e intentos de suicidio.
Las personas con antecedentes de múltiples intentos de suicidio suelen presentar estados clínicos más graves, llegando incluso a consumar el suicidio. Para evaluar el riesgo suicidio actual se realiza la entrevista clínica, pudiendo hacer uso de escalas validadas y cuestionarios.
OBJETIVOS: exponer un caso de una paciente con patología dual, diagnóstico y tratamiento desde su ingreso en unidad de agudos tras realizar un intento autolítico de alta letalidad.
MATERIAL Y MÉTODOS: Presentación de un caso real.
DESCRIPCIÓN DEL CASO
Mujer de 56 años con antecedentes de alergia a ácido clavulánico, metamizol y tramadol. Artrodesis de cadera y limitación funcional de ambos miembros inferiores tras un accidente de tráfico (Incapacidad del 72% por minusvalía, precisa silla de ruedas). Problemática de consumo de alcohol y tabaco. Escasa red sociofamiliar. Separada, vive sola desde hace 4 años que falleció su madre. Pensionista y con grado II de dependencia. Tres intentos autolíticos previos mediante sobreingesta medicamentosa. Ningún ingreso en la unidad de agudos. Se desvinculó del seguimiento en psiquiatría y hacía uso indebido de su plan de medicación.
Acude traída por 061 a nuestro hospital tras inhalación de humo. Según nos informan, ha provocado incendio en su domicilio en contexto de intoxicación etílica.
EXPLORACIÓN: En observación, presenta cuadro de agitación, llanto e inquietud psicomotriz. Parcialmente colaboradora y abordable. Aspecto descuidado. Impresiona minimización de síntomas. Rasgos de personalidad disfuncionales. Ánimo disfórico, actitud defensiva. No se objetiva ansiedad. No alteración del curso ni contenido del pensamiento. No fenómenos sensoperceptivos. Hiporexia e insomnio de mantenimiento. Juicio de realidad conservado. Minimiza el gesto realizado y niega ideación autolítica.
Tras varias horas, reconoce intencionalidad autolítica. Sentimientos de soledad y minusvalía. Reacción desproporcionada a situación actual con respuesta indiferente.
PRUEBAS COMPLEMENTARIAS: Radiografía de tórax sin hallazgos. Analítica con parámetros alterados. Drogas de abuso en orina positivo a benzodiazepinas.
Escala de riesgo suicida SAD-PERSONS: 8 Alto Riesgo
Cuestionario IPDE DSM-IV: puntaciones elevadas para rasgos de personalidad clusters A y C.
JUICIO CLÍNICO: F.61.0 Trastorno mixto de la personalidad, y F.10 trastorno del comportamiento por consumo de alcohol
EVOLUCIÓN: Favorable, disminuyendo ideación e intencionalidad suicida. Actualmente sigue hospitalizada en espera de recurso, con abordaje terapéutico multidisciplinar (farmacológico y psicoterapéutico) manteniendo abstinencia.
TRATAMIENTO: Trazodona Clorhidrato 100mg, Amitriptilina 10mg, Ácido Fólico 5mg, Lormetazepam 2mg, Zopiclona 7.5mg, Lorazepam 1mg, Hidroxil B1-B6-B12, Diazepam 5mg y parches de nicotina 14mg.
Debido a las condiciones en las que ha quedado su vivencia, se contacta con trabajadora social para acudir a residencia en el momento del alta hospitalaria. La paciente acepta pautas propuestas y seguimiento en USMC de referencia.
CONCLUSIONES: Este caso clínico muestra dos importantes factores de riesgo de conducta suicida: estar diagnosticado de trastorno por consumo de alcohol y trastorno de personalidad.
Varón de 58 años, que consta con 2 ingresos previos en la Unidad de Hospitalización de Salud Mental por ideación autolítica, con Orientación Diagnóstica al Alta de Reacción Adaptativa y Conflictiva Social, ingresa en Cirugía Ortopédica y Traumatológica tras nuevo intento autolítico, al precipitarse desde un puente (7 metros de altura), cayendo de pie y produciéndose varias fracturas que afectan a la columna lumbar, coxis y ambos pies.
El paciente se encuentra sólo en su habitación, no recibe visitas de sus familiares, molesto por el dolor y la inmovilización, y describiendo problemática socio-familiar de larga data, con confrontaciones continuas con sus hermanos, afirmando que no quiere volver a su pueblo, sin que identifique ningún desencadenante que le llevara a protagonizar el paso al acto.
A la exploración psicopatológica, permanece consciente, orientado y colaborador. Tranquilo, impresiona de ánimo triste, contacto psicótico, sin presentar clínica ansiosa en la actualidad. Sin alteraciones del curso ni la propiedad del pensamiento, ideación paranoide generalizada hacia los miembros de su familia y vecinos, con importante repercusión afectiva y conductual. Angustia psicótica. Lenguaje coherente y fluido. No alteraciones de la Sensopercepción ni de la Psicomotricidad. Apetito conservado. Insomnio global. Impresiona de rasgos anómalos de personalidad Clúster A.
Durante el ingreso, se produce un aumento de suspicacia y autorreferencialidad, describiendo vagamente ideas delirantes paranoides de perjuicio, manifestando temor y miedo porque piensa que en el hospital lo quieren ver muerto, aunque existe cierta dificultad para verbalizar los contenidos debido a la angustia psicótica que presenta.
Por ello, decidimos administrar tratamiento inyectable de acción rápida (Aripiprazol 9,75mg), ante la indiferencia manifestada por parte del paciente, al pensar que lo suyo no tiene solución, así que nada le hará efecto. Tras evaluación posterior, se encuentra más tranquilo, manteniendo suspicacia e ideación de perjuicio, aunque se muestra más abordable, pero manteniendo cierta negativa a describir los contenidos del pensamiento.
Ante la buena respuesta, iniciamos tratamiento vía Oral (Aripiprazol 15mg 1-0-0), mejorando considerablemente el contacto con el paciente, menos suspicaz. No presenta alteraciones de conducta, mostrándose más abordable con el paso de los días, permeable a nuestras intervenciones, ya que nos describe el contenido delirante paranoide del pensamiento de forma superficial, aunque sin llegar a realizar una crítica adecuada del mismo. Mantiene una correcta adherencia al tratamiento prescrito.
Consensuamos con el paciente el cambio a posología Inyectable Mensual (ILD), administrándose en modo inicio rápido y de forma simultánea, dos dosis de Aripiprazol 400mg IM, programando como tratamiento de mantenimiento, una dosis Mensual.
En respuesta a ello, disminuye considerablemente la presión de la ideación paranoide motivadora del gesto autolítico, de la cual ya si hace una crítica adecuada, disminuye la angustia psicótica, expresa planes de futuro adecuados y deseos de mejoría clínica y de recibir ayuda, aceptando que contactemos con su familia, los cuales nos informan de presencia de sintomatología depresiva los meses previos al intento autolítico, con tendencia al aislamiento, insomnio, disminución del estado de ánimo, apatía y anergia.
El síndrome de Klinefelter es una cromosomopatía (47 XXY) que afecta a 1/600 hombres. Suponen el 1% de los internos en instituciones mentales. . Suelen presentar un fenotipo característico. Este síndrome confiere por diversos motivos que se revisan en este caso un aumento de riesgo de trastornos neuropsiquiátricos.
Presentamos el caso de un varón de 30 años, con antecedentes psicobiográficos de acoso escolar y relación complicada con progenitores. Como antecedentes médicos, diagnóstico de Síndrome de Klinefelter en la adolescencia tardía. Destacable consumo ocasional de alfa-PVP . En cuanto a personalidad premórbida, se describe como introvertido, con tendencia al pensamiento mágico, intereses místicos y esotéricos, e identificación con el género no binario o como “Klinefelter”. Inicia el contacto con nuestro servicio y hace unos meses a través del servicio de interconsulta, para valoración psiquiátrica previa intervencion quirúrgica de prótesis testicular. Se realiza la PIC ante sospecha de clínica psicótica activa. El paciente refería síntomatología ansiosa y preocupación en torno a la posibilidad de estar siendo “hackeado” , así como conflictiva con compañeros de trabajo en sus últimos puestos. Esta preocupación venía desde hacía unos meses, en los que se había “dado cuenta” de que incluso los vecinos podían estar escuchándole o robándole información. De la EPP resultaba reseñable un discusro superelaborado, pensamiento mágico además de ideción delirante de perjuicio y fen{omenos alucinatorios auitivo, as{i como rasgos de personalidad Cluster A. El diagnóstico del paciente en ese mometno es de: Primer Episodio Psicótico, Rasgos de personalidaa cluster A a filiar longitudinalmente (Posible T. Esquizotípico).
Nos preguntamos qué papel tiene la comosomopatía del paciente en su trastorno mental. Se ha observado que los síntomas depresivos son muy prevalentes en la población Klinefelter, hasta el punto que se podría plantear el origen de estos cuadros como parte inherente del síndrome o como cuadro adaptativo derivado de la convivencia con la enfermedad (sensación de estigma, dificultad en el afrontamiento de la enfermedad), potenciado por rasgos de personalidad peculiares M. Cederlöf et al. 201: Riesgo casi cuatro veces mayor de ser diagnosticados con esquizofrenia y trastorno bipolar y un riesgo aproximadamente seis veces mayor de trastorno del espectro autista y TDAH. Estos hallazgos son consistentes con la mayoría de las investigaciones previas .VanRjn 2006 informaron un nivel medio significativamente más alto de rasgos esquizotípicos en comparación con los controles.
La literaturaa plantea dos teorias explicativas: CROMOSOMA X “EXTRA” Además, dado que los sujetos con KS tienen una X adicional, los genes en el cromosoma extra también podrían ejercer un impacto significativo. Por otra parte, la AUSENCIA DE TESTOSTERONA Dado que se sabe que la testosterona tiene efectos organizacionales, neurotróficos y neuroprotectores en el cerebro, la condición de hipogonadismo primario podría desempeñar un papel.
Se plantean cuestiones interesantes relcionadas con las teorias psicobiológicas de psicosis. Importancia del continuum Esquizotipia y Psicosis/Esquizofrenia (seguimiento longitudinal). Importancia de la Psiquiatría de Interconsulta en la detección de estos casos, así como la coordinación entre servicios y abordajes multidisciplinares. Autonomía del paciente con enfermedad mental en sus decisiones, los síntomas psicóticos no interferían en este caso sobre su decisión de intervención quirúrgica.
Se trata de una paciente de 52 años ingresada en servicio de Medicina Interna por Trastorno de la conducta alimentaria con desnutrición severa. Ha precisado de ingresos previos para apoyo nutricional.
Como antecedentes personales psiquiátricos está en seguimiento desde los 13 años por TCA, que posteriormente se pone en contexto de Trastorno por ideas delirantes hipocondríaco y TOC.
Ha sido sometida a estudios y tratamientos en diferentes comunidades por voluntad propia en relación a enfermedades somáticas genéticas, múltiples alergias a fármacos, alimentos y contacto con objetos, sin presentar resultados concluyentes.
Ingresa en Medicina Interna por desnutrición severa que precisa realimentación por vía central, ya que deniega vía nasogástrica indicada por referir alergia a este material.
Nos interconsultan para seguimiento conjunto por las dificultades para el abordaje.
Al ingreso en Medicina Interna se recoge información clínica mediante Escala para el Síndrome Positivo y Negativo de la Esquizofrenia (PANSS). Durante este se realiza un seguimiento exhaustivo mediante acompañamiento e intervenciones farmacológicas, que mantenemos hasta estabilización orgánica. Tras Alta de Medicina Interna se indica ingreso en Unidad de Hospitalización de Psiquiatría para continuar proceso psicopatológico. Previo al Alta de Psiquiatría se realiza de nuevo la Escala PANSS, con el fin de obtener un registro cuantitativo y cualitativo de la evolución de la clínica tras 40 días de ingreso, y así obtener feedback del las intervenciones realizadas.
Debido a la clínica psicopatológica presentada por la paciente en contexto de Trastorno por ideas delirantes crónico y TOC ha sido complicado instaurar un tratamiento por la atribución de efectos secundarios a estos, ocasionando abandono y negativa a ellos. Se instaura tratamiento con Cariprazina, antipsicótico calificado como de tercera generación por su acción de agonismo parcial de D2 y D3. Se realiza introducción muy paulatina, comenzando por 1.5mg hasta alcanzar 3mg de mantenimiento al Alta.
Mediante la escala PANSS se ha objetivado mejoría con disminución en puntuaciones en Escala de síntomas negativos (previa 19 puntos, post 13), en Psicopatología General (inicial 40 puntos, post 29) y por lo tanto en la puntuación Total (inicial 72, post 55).
Con respecto a clínica recogida en Escala negativa destaca la mejora en el Contacto de la paciente, englobando empatía interpersonal, proximidad y comunicación. También destaca evolución significativa en Retraimiento social y Pensamiento estereotipado.
Acerca de la puntuación recogida en Psicopatología general recalca de forma significativa la mejora de ansiedad asociada, de clínica depresiva, manierismos, pensamientos inusuales y colaboración con profesionales.
En la escala positiva no se objetiva ningún cambio durante el ingreso, destacando como única clínica Ideación delirante propia de patología de base crónica por definición.
Esto se traduce en adecuada funcionalidad de la paciente, con disminución significativa de repercusión afectiva y conductual de las ideas delirantes, quedando éstas relegadas a un segundo plano.
INTRODUCCIÓN
El síndrome de Ekbom o delirio de parasitosis representa una psicosis monosintomática, poco frecuente, caracterizada por la creencia firme, por parte de quien la padece,de que está infestado, en contra de toda evidencia, por insectos, gusanos o piojos que habitan y dañan su piel. Las quejas suelen estar centradas en esta idea de parasitación, no obstante también se puede acompañar de ansiedad o depresión.
CASO CLÍNICO:
Se trata de una mujer de 55 años que acude a consulta de Psiquiatría derivada desde Dermatología por presencia de «picores» con importantes lesiones de rascado en cuero cabelludo, torso, cara, espalda y piernas de 7 meses de evolución. Reconoce afectación importante en su funcionamiento. Como antecedentes psiquiátricos, consta cuadro adaptativo mixto previo.
A la exploración psicopatológica, la paciente presenta un discurso fluido y espontáneo, centrado en contenido delirante parasitario «noto como si me salieran gusanos de la piel, como si tuviera unos huevos y eclosionaran” que le genera importantes heridas por rascado en cuero cabelludo, cuello,tronco y extremidades. Nula conciencia de enfermedad. Juicio de realidad se hallaba mermado.
Se instaura tratamiento con Olanzapina 10mg/día, con buena respuesta, remitiendo progresivamente sintomatología delirante y mejorando conciencia de enfermedad, recuperando funcionalidad previa.
DISCUSIÓN
Se han publicado escasos trabajos sobre este delirio, generalmente a partir de enfermos puntuales.
El caso descrito se trata de una mujer, hecho que coincide con los descrito en la bibliografía, ya que la presentación típica es la de una mujer, a partir de la edad media de la vida, que acude a la consulta del dermatólogo o del internista refiriendo estar infectada por algún tipo de parásito, que ocasionalmente ve y generalmente siente, descrito como larva, gusano, pulga, hongo, etc., o simple-
mente como un pequeño organismo. Skott señala una incidencia anual de 0,3 por 1.000 habitantes.La relación mujer:varón varía en la bibiliografía entre 2:1 y 3:1.
El inicio del cuadro suele ser insidioso.
Las descripciones de los supuestos parásitos suelen ser floridas y muy prolijas.
La localización es variable y suele existir queja de prurito, y en ocasiones pueden apreciarse lesiones, algunas graves, de rascado,excoriaciones, incluso excavaciones en busca del parásito,que generalmente son asimétricas en función del miembro dominante y en zonas de fácil acceso, como se describe en nuestro caso.
En cuanto al tratamiento psicofarmacológico, previamente el tratamiento de elección era la pimozida, actualmente son los antipsicóticos atípicos por sus menores efectos secundarios.
Las últimas revisiones realizadas acerca del pronóstico de este trastorno muestran datos más alentadores, con porcentajes de recuperación completa entre un 51% y un 70%, y respuestas parciales entre el 16,5%7 y el 20%.
Finalmente, para un buen diagnóstico y manejo terapéutico, es importante establecer una colaboración estrecha entre los diferentes profesionales sanitarios.
INTRODUCCIÓN:El Insomnio, definido por la dificultad para iniciar y/o mantener el sueño, es uno de los problemas más frecuente en atención primaria. Puede presentarse como un síntoma independiente o asociado a otras enfermedades, ya sea médicas o psiquiátricas.
Se estima así que el 25-30% de los adultos no se encuentran satisfechos con su dormir o han presentado insomnio transitorio, el 10-15% reporta síntomas de Insomnio asociado con consecuencias diurnas y el 6-10% cumple con los criterios para Insomnio como enfermedad propiamente tal. El insomnio aumenta su prevalencia con la edad y tiene el doble de prevalencia en mujeres.
CASO CLÍNICO: Paciente varón de 50 años, sin antecedentes médicos ni psiquiátricos, que es remitido desde Atención Primaria por presentar insomnio crónico de mantenimiento a pesar de diversos tratamientos psicofarmacológicos ensayados (zolpidem,trazodona,melatonina, lormetazepam, mirtazapina, benzodiacepinas…).Se duerme fácilmente pero se despierta sobre las 4h, y ya no se vuelve a dormir.Niega presentar estresores. Refiere que cada vez se nota más cansado y le cuesta más enfrentar su actividad diaria. A pesar de ello, intenta mantenerse activo, realiza atletismo. No presenta clínica afectiva mayor ni ansiosa acompañante. Ha estado en estudio orgánico por cansancio (anemia, sangre oculta en heces…) sin objetivar alteraciones.
Le realizaron polisomnografía nocturna y los resultados fueron compatibles con la normalidad.
En este contexto, se inició tratamiento con pregabalina a dosis crecientes hasta 150mg/día con buena respuesta y tolerabilidad.
DISCUSIÓN: El objetivo principal del tratamiento del Insomnio es tratar de precisar si existe una etiología subyacente o una comorbilidad asociada.
Las dos principales estrategias terapéuticas, farmacológica y no farmacológica, tienen hoy en día un soporte basado en la evidencia de numerosos ensayos clínicos.
Diferentes medicamentos son usados para el tratamiento del Insomnio, desde sustancias naturales hasta medicamentos de diferentes tipos, tales como: agentes hipnóticos, antidepresivos, anticonvulsivantes, antihistamínicos, entre otros.
Algunos anticonvulsivantes se han utilizado en el manejo del insomnio por sus efectos sedantes, especialmente aquellos cuyo mecanismo de acción se relaciona con la neurotransmisión GABA. Los más utilizados son la Gabapentina y la Pregabalina, que aumentan el sueño fase N3 del sueño NREM.
En ensayos clínicos se ha visto que la pregabalina aumenta significativamente el sueño de ondas lentas (fase 3 y 4 del sueño reparador), produciendo tanto un aumento del periodo total de sueño como de la duración de la etapa 4. El inicio de la mejoría se produjo en la semana 1. Además, fue bien tolerada, con menores tasas de interrupción prematura.
Por tanto, el tratamiento con pregabalina se asocia con mejoría en las formas tempranas, medias y tardías de insomnio.
Paciente mujer de 17 años que debuta con clínica afectiva mayor cuando tenía 16 años, pudiendo asegurarse en un primer momento su estabilización psicopatológica mediante abordaje comunitario habitual. En los últimos meses, tras sospecharse cuadro afectivo bipolar por presentar fases afectivas cíclicas (primer episodio depresivo leve, posterior fase maniforme con síntomas psicóticos, después nueva fase depresiva moderada), asocia consumo de tóxicos (THC, en torno a 2-3 UPEs al día) que dificulta su manejo comunitario habitual.
Se deriva a seguimiento y tratamiento intensivo en programa de Patología Dual, asegurándose en un primer momento un primer periodo de estabilidad. No obstante, en el último mes de seguimiento, reactivamente a estresores vitales y aumento de consumo de tóxicos (8-10 UPEs al día) con finalidad evasiva, presenta progresivamente descompensación psicopatológica de trastorno afectivo de base. Se objetiva en sucesivas consultas ánimo exaltado, presión al habla, irritabilidad franca, sobrevaloración de capacidades, minimización de conductas de riesgo, aumento de actividad habitual, así como contenidos deliroides de tipo místico-religioso.
Se acuerda con paciente y entorno familiar un ajuste de pauta psicofarmacológica, así como la cesación del consumo de tóxicos, proporcionándose herramientas para su manejo e interviniéndose con pautas dadas por enfoque de entrevista motivacional. Se recomendó evitar la exposición en su entorno académico habitual dada la situación clínica manifiesta, pudiendo favorecerse tras coordinación con centro formativo.
Progresivamente, es posible evitar la opción del ingreso hospitalario dada su buena vinculación y adherencia al seguimiento y tratamiento, además de por el adecuado soporte sociofamiliar, remitiendo la sintomatología psicótica y posteriormente la afectiva.
Una vez superada la fase de descompensación psicopatológica, se continúo trabajando mediante la entrevista motivacional su abstención a tóxicos, al igual que una correcta conciencia de problema y de toma de tratamiento acordado. Se logró mantener pauta con monoterapia, alcanzándose paulatinamente la estabilización y la mejoría clínica y funcional hasta la fecha actual.
Se describe el caso de un paciente varón de 18 años que presenta un debut de clínica psicótica cuando tiene 16 años, asociando consumo perjudicial de tóxicos (THC). Precisa en ese momento un primer ingreso hospitalario en Unidad de Hospitalización de Salud Mental (UHSM), con tratamiento al alta de: OLANZAPINA 5 MG (1-1-0), OLANZAPINA 10 MG (0-0-1), BIPERIDENO RETARD 4 MG (1-0-0), BIPERIDENO 2 MG (1-0-1), QUETIAPINA 300 MG (0-0-1), ARIPIPRAZOL 30 MG (1-0-0), CLONAZEPAM 0’5 MG (1-1-1), QUETIAPINA 25 MG (si precisa por ansiedad, hasta un máximo de 3 comprimidos al día).
Destaca la polifarmacia del paciente al alta de un primer ingreso hospitalario por Primer Episodio Psicótico, objetivándose en su seguimiento posterior escasa adherencia a la pauta indicada.
Precisa un segundo ingreso hospitalario con 18 años en UHSM, en el contexto de toma irregular de tratamiento, sintomatología delirante-alucinatoria y consumo de tóxicos mantenido, recomendándose al alta el siguiente tratamiento: CLONAZEPAM 2 MG (1-1-1), QUETIAPINA 25 MG (1-1-1), RISPERIDONA 4 MG (0-0-1), ARIPIPRAZOL 15 MG (1-0-0), PALMITATO DE PALIPERIDONA MENSUAL 100 MG (cada 28 días), BIPERIDENO RETARD 4 MG (1-0-0), FLURAZEPAM 30 MG (0-0-1).
Al mes siguiente, precisa un tercer ingreso hospitalario en UHSM por persistencia de sintomatología, toma irregular de tratamiento y consumo de tóxicos mantenido, aún con 18 años, derivándose para seguimiento y tratamiento intensivo comunitario al alta, por parte de equipo de Patología Dual.
Se decide ajustar y optimizar el tratamiento psicofarmacológico pautado, iniciándose durante el último ingreso tratamiento con clozapina. Se logra el alta tras mejoría, acordándose cambiar pauta de inyectable de liberación prolongada por secundarismos con pauta previa.
En últimos meses tras su alta, se ha logrado alcanzar la estabilidad psicopatológica mantenida a pesar del consumo de tóxicos (se redujo a escasas cantidades de THC), realizándose una adecuada vinculación y adherencia al seguimiento y tratamiento, así como reducción significativa de psicofármacos.
Se ha podido mantener tratamiento con ARIPIPRAZOL LIBERACIÓN PROLONGADA 400 MG (cada 28 días) y CLOZAPINA 200 mg/día, sin efectos secundarios reseñables y alcanzándose una mejoría significativa tanto clínica como funcional, sin requerir nuevos ingresos hospitalarios hasta la fecha.
Mujer de 51 años en actual seguimiento con el equipo de Atención y Prevención del Suicidio (APS) tras ingreso en unidad de hospitalización de agudos.
Paciente natural de Córdoba, en Mallorca desde la infancia. Padres separados, padre fallecido. Actualmente vive con la madre. Tiene 3 hermanos, no mantiene relación con ellos. Se encuentra de baja laboral desde 2021 tras divorcio. Tiene 1 hija de 16 años que ve puntualmente.
A nivel somático presenta: alergia a la metoclopramida, anginas vasoespásticas, hipertensión arterial, hipertiroidismo, dislipemia, enfisema pulmonar y cirugía por neoplasia de cérvix.
Se trata de una paciente con primer contacto con salud mental en la infancia tras referir abuso sexual infantil. Inicia seguimiento con psiquiatría a los 45 años por clínica ansioso-depresiva, confiriéndole el diagnóstico de trastorno depresivo persistente y rasgos B y C de personalidad, desde entonces en tratamiento antidepresivo con período de discontinuación durante el embarazo.
Presenta antecedentes de tentativa autolítica a los 23 años.
Mantiene consumo activo de cánnabis.
A nivel familiar su madre había ingresado en psiquiatría un año antes por un intento de suicidio mediante ingesta de cáusticos en contexto de problemática matrimonial. Durante el ingreso de ésta se detecta situación de posible maltrato por parte de su marido y tras contactar con servicios sociales, al alta se muda a vivir con nuestra paciente.
Al tener una persona mayor a cargo, nuestra paciente obtiene permiso para permanecer en el domicilio conyugal (tras divorcio).
Nuestra paciente ingresa en psiquiatría a principios del 2023 de forma involuntaria por ideación suicida tras haber acudido en 2 ocasiones a urgencias, en la última activándose la actuación de las fuerzas de orden público por fuga antes de ser valorada.
Durante el ingreso expresa ideas de realizar un suicidio ampliado con su madre nonagenaria, con quien convivía desde el ingreso de ésta y quién también presentaba ideas de muerte. Dado el riesgo, durante el ingreso de nuestra paciente se decide el traslado de su madre a una residencia con una orden de alejamiento.
Previo al ingreso realizaba tratamiento con trazodona 100mg, venlafaxina 300mg y diazepam 10mg. Durante el ingreso se optimiza dosis de venlafaxina a 375mg, se retira el diazepam y se pauta lormetazepam 1mg.
Tras 8 días de ingreso presenta mejoría clínica con crítica de las ideas autolíticas y se procede al alta con seguimiento en APS.
En las visitas sucesivas presenta ánimo depresivo, ansiedad somatopsíquica, hiporexia e insomnio. Persiste con ideas entorno a la muerte sin planificación ni estructuración suicida y manteniendo horizonte vital.
Además, se encuentra a la espera de que le echen del domicilio dado que ya no tiene a una persona dependiente a su cargo(madre) y que el derecho lo tienen su expareja e hija.
Actualmente realiza tratamiento con: diazepam 5mg/8h, mirtazapina 15mg al acostarse (aumentando a 30mg si persiste insomnio) y venlaxafina 375mg. Desde psicología se dan pautas de activación conductual.
Se realiza la siguiente orientación diagnóstica: Trastorno depresivo persistente. Duelo. Problemática social. Rasgos de personalidad disfuncional.
Actualmente mantiene seguimiento regular con el equipo de APS.
Presentamos el caso de una paciente de 51 años con diagnóstico de Epilepsia parcial con generalización secundaria y con componente catamenial desde los 33 años. Inició seguimiento con Neurología del hospital de referencia en marzo 2015, previamente valorada en ámbito privado.
Realizó tratamiento con Topiramato 100mg/24h, con una toma irregular por efectos secundarios (caída del cabello, fallos cognitivos, halitosis). Previo a este fármaco había probado otros antiepilépticos con mala tolerancia. En febrero 2015 se decidió, conjuntamente con su referente, suspender gradualmente el anticonvulsivante dada la estabilidad clínica y la ausencia de nuevos episodios convulsivos. En las visitas posteriores la paciente se mantenía estable y reticente al reinicio del tratamiento. En junio 2016, tras nueva crisis generalizada, se inició Oxcarbazepina 300mg/12h con escaso efecto terapéutico.
Desde inicio de la menopausia la paciente presentó un incremento de episodios convulsivos, sugestivos de crisis temporales. En la última visita (noviembre 2022) se decidió ensayo terapéutico con Levetiracetam en dosis gradual hasta 1000mg/12h.
El pasado 10 de enero 2023 la paciente acudió voluntariamente a Urgencias, acompañada por su esposo, por ideas autolíticas. Situaba su inicio tras comienzo del tratamiento con Levetiracetam. Describía mayor irritabilidad y labilidad emocional desde hacía un mes, así como fantasías tanáticas (clavarse un cuchillo en la zona abdominal, venotomía) que vivía con mucha angustia. Describía una trayectoria vital satisfactoria y negaba presencia de estresores recientes ni deseos de morir previo al último reajuste de tratamiento.
El cuadro fue orientado como ideación suicida en contexto de tratamiento con Levetiracetam. La paciente fue valorada por Neurología de guardia, quien decidió cambio de antiepiléptico a Eslicarbazepina. En la visita de seguimiento con su referente la paciente refiere remisión de esa ideación, afianzando el diagnóstico realizado en urgencias.
Los efectos secundarios de componente conductual durante el tratamiento con fármacos antiepilépticos son inusuales. Levetiracetam tiene un perfil de efectos secundarios favorable a nivel general pero se han descrito casos de irritabilidad, labilidad emocional y conducta agresiva y autolítica en algunos pacientes con vulnerabilidad genética. Se postula que el suicidio es más frecuente en pacientes con epilepsia comparado con la población general. La patogénesis de este fenómeno persiste incierta pero se sugiere un origen multifactorial.
Varios autores sugieren algunos factores específicos como la edad (25-49 años), género masculino, lesiones en lóbulo temporal, otras lesiones cerebrales, inicio temprano, antecedente de resistencia a tratamiento, y disfuncionalidad a nivel personal, social y ocupacional. Según las observaciones de Blumer, el riesgo autolítico en los pacientes con epilepsia se situaría durante breves momentos caracterizados por un compendio sintomático (ánimo deprimido, irritabilidad, ansiedad, insomnio) a los que cataloga bajo el concepto de trastorno disfórico interictal.
Presentamos el caso de un intento de suicidio diádico, los cuales representan menos del 1% de todos los suicidios consumados. Dado al usual alto grado de planificación, la supervivencia resulta insólita, haciendo que su descripción sea relevante ante la escasa literatura.
Un matrimonio formado por un varón de 69 años y una mujer de 68 son derivados a urgencias, tras realizar un intento autolítico en conjunto, mediante venoclisis, ante una situación de desborde emocional.
Ambos naturales de Reino Unido, residentes en España desde hace más de 25 años, sin hijos, y sin ningún contacto previo en salud mental.
Relatan una historia de múltiples problemas físicos (EPOC de mala evolución) junto con una situación económica precaria. Ambos se habían quedado desempleados durante la pandemia, él estuvo trabajando como artista callejero (mimo) y guía turístico, y ella como profesora de inglés. Contaban con una pensión de 600 euros para los dos que venía de Inglaterra, al no tener nacionalidad española, con lo que no podían hacer frente a sus gastos diarios e iban a ser desalojados de la viviendo en los próximos meses. Asimismo, referían una escasa red de apoyo, teniendo a sus familiares en su país de origen.
En el marco de dicha problemática y ante el miedo de que uno de los dos pudiera fallecer antes que el otro, realizan un pacto suicida. Planificándolo los días previos, se toman a diario aspirinas que la mujer tenía pautadas como tratamiento habitual buscando su efecto antiagregante, compran unos bisturís y se realizan cortes en ambos antebrazos en su domicilio habitual, acostados ambos en su cama, dándose las manos. Sin haber avisado previamente a nadie. Sin embargo, uno de sus vecinos al día siguiente se percata de la situación y es quien alerta a los servicios de emergencias.
Los actos previos incluyeron el deshacerse de sus objetos personales (fotos, discos, ropa etc)
En el momento de la valoración en urgencias la ideación suicida de ambos se mantiene, sin realizar crítica, por lo que se decide el ingreso hospitalario de cada uno de ellos en diferentes hospitales de la Comunidad de Madrid. Previo internamiento ambos son intervenidos quirúrgicamente por traumatología ante la gravedad de las lesiones autoinfligidas, él por rotura completa del palmar mayor, del flexor radial del carpo y neurolisis del nervio mediano, y ella por sección del flexor cubital del carpo y sección de la vaina del flexor radial del carpo.
Durante dicho ingreso se contactó con trabajo social, quienes consiguen un recurso compartido para ambos a través del Samur social.
Finalmente fueron dados de alta, no apreciándose una patología psiquiátrica subyacente a esta decisión suicida que pareció motivada por su precaria situación socioeconómica, no precisando tratamiento psicofarmalógico ninguno de los dos durante sus internamientos.
Se presenta el caso de un paciente de 25 años, con extensa historia en Salud Mental. El paciente tuvo su prime contacto con Psicología, a los 8 años de edad, porque su padre observaba que tenía problemas en la relación con iguales. Tras un seguimiento muy irregular, al cumplir la mayoría de edad, el paciente comenzó a acudir a varios psiquiatras, quienes le diagnosticaban de TAG, Trastorno de personalidad evitativa y Fobia social. Paralelamente, también había iniciado varios tipos de terapias (cognitiva-conductual, interpersonal, psicoanálisis) sin ver resultados claros, por lo que decide abandonarlas. Asimismo, el paciente refería que no había experimentado ninguna mejoría a pesar de varios tratamientos psicofarmacológicos recibidos (ISRS y benzodiacepinas)
En consulta, se mostraba con contacto ocular escasamente regulador, con dificultad para el mantenimiento de la atención, aplanamiento de la prosodia del lenguaje. Se indaga sobre sus hitos del neurodesarrollo, explicando que se caracterizaba por rigidez cognitiva, dificultad para comprender los dobles sentidos, ausencia de juego simbólicos y dificultad para establecer lazos emocionales con iguales. Reconocía que había muchas normas sociales que había sido capaz de aprender con los años.
Asimismo, explicaba que en la época escolar había tenido muchos problemas por no rendir de forma adecuada. Contaba que no llevaba nunca los trabajos a tiempo, tenía dificultad para mantener la atención, así como para mantener rutinas. Se describía como muy olvidadizo. Sin embargo, reconocía elevada inquietud de pensamiento, con tendencia a la multitarea, a la facilidad para el aprendizaje (sobre todo de matemáticas y física).
Los síntomas de ansiedad surgieron fundamentalmente durante la carrera universitaria y después de ésta. Explicaba que tenía la sensación de no rendir lo suficiente en el trabajo, no era capaz de llevar el trabajo al día, sino que apuraba lo hasta el último día de entrega de los proyectos. Comentaba que dada la carga que tenía, en muchas ocasiones se sentía sobrepasado.
Se trabajó con el paciente en el diagnóstico, de un posible TEA, tipo Asperger, con altas capacidades, así como TDAH del adulto. Por un lado, se incluyó en terapia grupal enfocada a TEAs con alto rendimiento y por otro, se inició el tratamiento, primero con metilfenidato de liberación inmediata, siendo sustituido por la adecuada respuesta a lisafentamina. El paciente, describía mejoría franca de los síntomas de ansiedad que dificultaban su día a día.
Conclusiones
EL TDAH del adulto tiene una prevalencia entre el 2.5 y 4%. El principal síntomas en el adulto es el déficit atencional. El riesgo de desarrollar un trastorno de ansiedad es también superior en personas con TDAH que en la población general, con tasas próximas al 50%, estimándose además , que los pacientes con TDAH presentan un riesgo 3,7 veces superior de desarrollar un trastorno de ansiedad que la población general. Es importante abordar de forma integradora a los pacientes, con un adecuado registro de los hitos del neurodesarrollo y biografía para poder iindicar el tratamiento más específico. En el caso del TDAH del adulto, el tratamiento de elección son los estimulantes, siendo de elección la lisafentamina, por sus características metabólicas así como su mecanismo de acción
CASO CLÍNICO
Motivo de consulta: Mujer de 50 años que ingresa en la unidad de hospitalización breve procedente de urgencias por sintomatología psicótica. Aunque acude voluntariamente al hospital por quejas somáticas y nos interconsultan por dificultad de manejo e historia psiquiátrica previa.
Antecedentes personales: En cuanto a sus antecedentes médico-quirúrgicos destaca diagnóstico de meningioma frontal y parietal hace más de 10 años, con nuevo tratamiento quirúrgico del primero 6 meses antes del ingreso. Además, presenta HTA e hipotiroidismo en tratamiento. Respecto a su historia psiquiátrica consta diagnóstico de Trastorno afectivo orgánico y 3 ingresos psiquiátricos previos por descompensación en la esfera afectiva o psicótica.
Enfermedad actual: El cuadro actual consiste en clínica maniforme, sensación subjetiva de euforia, discurso acelerado, tendencia a la arborescencia, irritabilidad marcada, desconfianza hacia personal sanitario fundamentalmente habiendo interpuesto varias denuncias a diferentes profesionales tratantes, así como mayor interés en temática religiosa. Relata un periodo de bajo ánimo, apatía, anergia, somnolencia excesiva, abandono del autocuidado y retraimiento social meses atrás con episodio de caída accidental en domicilio. En este contexto reconoce abandono unilateral del tratamiento antipsicótico (aripiprazol 15 mg DMD), habiendo mantenido únicamente pauta antidepresiva con escitalopram 10 mg DMD en las semanas previas al ingreso.
A la Exploración psicopatológica destaca disforia, presión de habla elevada, actitud querulante, angustia marcada, ideación delirante de perjuicio y de contenido místico-religioso e insomnio con escasa conciencia de enfermedad.
Pruebas complementarias: Se realiza RM en la que destacan cambios postquirúrgicos frontales derechos con gliosis focal y hemosiderosis superficial y estabilidad en meningioma de localización parietal sin diferencias significativas respecto a estudio previo realizado 6 meses antes después de la cirugía. Asimismo, se realiza hemograma, bioquímica, tira reactiva y tóxicos en orina sin hallazgos destacables.
Evolución y tratamiento: Inicialmente se reintroduce el tratamiento con aripiprazol abandonado semanas antes por la paciente y se suspende el escitalopram ante la presencia de clínica maniforme. Ante las quejas de efectos adversos y persistencia de sintomatología descrita se decide cambio a olanzapina con buena respuesta y tolerabilidad. Progresivamente se adecúa la conducta con mejoría de la disforia y sin clínica psicótica al alta.
Juicio diagnóstico: Trastorno afectivo orgánico (CIE10 – F06.3)
Tratamiento al alta: Olanzapina (0-0-15 mg) y Lormetazepam (0-0-1mg)
CONCLUSIONES
Los tumores cerebrales pueden asociarse a síntomas psiquiátricos hasta en un 50% de los casos, apareciendo clínica maniforme en aproximadamente el 15% de los mismos. El tumor primario más frecuente es el meningioma y la clínica dependerá de la localización del mismo. Dado que el tratamiento quirúrgico no siempre garantiza la resolución completa del cuadro – alrededor de un 15% no mejoran y el 40% lo hacen sólo parcialmente – suele recomendarse tratamiento psicofarmacológico sintomático concomitante.
Es una mujer de 20 años, soltera y son hijos, estudiante de tercer año del Grado de Enfermería fuera de su Comunidad Autónoma de origen. Es la menor de tres hermanas. Padre de 62 años y madre de 58 años, con los cuales convive durante las vacaciones del año académico. Convive con dos amigos, y compañeros de curso académico durante la época de estudios en un piso compartido. Tiene círculo de amistades sólido.
A finales del mes de septiembre la paciente presenta una serie de alteraciones conductuales como insomnio, frecuentes salidas nocturnas como ir a la discoteca, compras por internet, abandono de asistencia a las clases… situación que alerta a sus compañeros de domicilio y de clase, que alertan a sus familiares, a los que le indican que la joven lleva así cinco días y que no saben cómo trasladarla al Servicio de Urgencias, por lo que acuden sus hermanas y la trasladan al Servicio de Urgencias del Hospital Miguel Servet en Zaragoza donde es valorada y se decide pauta de tratamiento con Olanzapina 15mg 0-0-1 y Lorazepam 1mg 1-1-1, y se deriva a su Unidad de Salud Mental de referencia, ya que no desean el ingreso en este momento.
En nuestra Unidad de Salud Mental se realiza un estudio pormenorizado del desarrollo de la patología que llevó a Urgencias a la joven. Donde entre sus antecedentes personales no presencia de alergias medicamentosas conocidas. Apendicectomía a los 8 años. Sin contactos previos con la especialidad. Hábitos tóxicos: no nicotina, alcohol en contexto social e inicio de consumo de cannabis una semana antes del inicio de las alteraciones conductuales. Niega consumo de otros tóxicos.
Entre sus antecedentes familiares: madre con diagnóstico de Trastorno Bipolar con un deterioro cognitivo de grado leve-moderado.
Durante la primera entrevista la joven expresa un marcado arrepentimiento de los hechos acaecidos, mostrándose llorosa y angustiada. Verbaliza no acordarse bien de las cosas que le cuentan, comenta su hermana que han logrado recuperar parte del dinero que la paciente gastó en compras online y que ya denunciaron el hackeo del móvil de la joven.
Durante la entrevista en nuestra Unidad de Salud Mental, la joven presenta un aspecto cuidado. Consciente, orientado en las tres esferas, abordable y colaboradora. Discurso coherente, centrado y fluido. Ánimo subdepresivo, no irritabilidad. Llorosa, llanto contenido que le permite contestar a las preguntas que le realizamos. No presencia de alteraciones sensoperceptivas, ni ideación delirante. No presencia de rasgos de la personalidad vulnerables. Angustia. Hipersomnia que relaciona con la toma de la medicación. Episodio de hiperfagia al inicio de la toma de medicación, que logró controlar por sus medios. No alteraciones mnésicas, ni cognitivas. No ideas de muerte, ni ideación autolítica planificada. Capacidad volitiva, cognitiva y juicio de la realidad preservados. Buen insight.
Siendo la impresión diagnóstica: Trastorno psicótico breve.
Tras la entrevista, se procede a un ajuste de tratamiento con retirada de la olanzapina que es sustituida de forma progresiva por Aripiprazol, y también se desciende Lorazepam 1mg lentamente hasta llegar a 0-0-1.
El joven manifiesta un marcado desinterés y pérdida de la libido desde hace aproximadamente 6 meses. Una vez descartada la posible presencia de patología orgánica, es remitido a Psiquiatría.
En la primera consulta, el joven reconoce que siempre tuvo relaciones placenteras y satisfactorias con su pareja y a solas, por lo que es necesario indagar y realizar una entrevista en un principio con preguntas abiertas y posteriormente, estas deben de ser más directas para así poder acotar mejor y estudiar en mayor profundidad la problemática, siempre contando con un buen diagnóstico diferencial.
Durante la entrevista se objetiva que el paciente ya había tenido un episodio depresivo a la edad de 25 años, el cual fue tratado con paroxetina, medicación de la cual refiere que mejoró su sintomatología depresiva, pero no le permitía la eyaculación, ni alcanzar el orgasmo, lo cual dificultó su relación con su pareja de ese momento, tras lo cual acabaron separándose. Reconoce como desencadenante el fallecimiento del padre tras un infarto de miocardio.
En la actualidad, refiere presencia de preocupación y rumiaciones sobre el reciente diagnóstico de proceso oncológico de su hermana y una serie de conflictos con amistades, señala continuar con su actividad laboral, deportiva, pero manifiesta apatía, abulia ante situaciones que no son de un deber obligado, tendencia a la clinofilia y a la inactividad. Anhedonia y astenia. Hiporexia, con pérdida de peso de 4kilos referido por el paciente. Presencia de alteraciones en el sueño, y dificultades para la conciliación, con múltiples despertares. Rasgos de personalidad vulnerables. No ideas de muerte, ni ideación autolesiva planificada. No heteroagresividad. Capacidad volitiva, cognitiva y un juicio de la realidad preservado.
Tras ello, se le administra la Escala Hamilton para la Depresión (HDRS) donde se obtiene la puntuación de 17, se confirma la presencia de depresión.
Ante dicha situación procedemos a un ajuste de tratamiento con Vortioxetina a dosis ascendentes de forma paulatina para minimizar los efectos adversos, más frecuentes en dicho fármaco como las náuseas. Por ello, procedemos a administración de Vortioxetina 15mg al desayuno y Lormetazepam 2mg, con la finalidad de retirada a las cuatro semanas de forma progresiva del fármaco benzodiacepínico. En las sucesivas consultas se objetiva una mejoría afectiva con desaparición de la sintomatología de la esfera sexual, como de la esfera afectiva. Trabajando con él también la parte de la psicoeducación sobre la toma de medicación, la sexualidad y la patología mental por la cual acudió a estas consultas.
Introducción
El caso que se presenta es sobre un paciente que comienza seguimiento y tratamiento en Salud Mental por sintomatología ansiosa y obsesiva, resultando al final síntomas originado por un tumor cerebral.
Presentación del caso
Se trata de un paciente de 41 años, sin antecedentes previos psiquiátricos personales, que relataba síntomas de ansiedad en relación a conflictiva laboral. Por clínica ansiosa y depresiva su Médico de Atención Primaria, inicia tratamiento con paroxetina a 20mg dosis máxima diaria (DMD), mirtazapina a 45mg DMD y lorazepam 3mg DMD, con ligera mejoría, por lo que se decide mantener tratamiento farmacológico y continuar seguimiento con Psicología Clínica.
Tres meses después, además de haber empeorado la sintomatología presentada, aparecen TICs motores múltiples y variados, de predominio facial, junto con pensamientos obsesivoides acerca de preocupaciones sobre la conflictiva laboral. Por todos estos síntomas, se decide realizar un ajuste de tratamiento por parte de Psiquiatría. Se aumentó la dosis de paroxetina a 30mg DMD, y se añade quetiapina a 25mg DMD.
De esta forma, seis meses después del inicio de los síntomas y del seguimiento en el CSM, el paciente, que en un inicio fue diagnosticado de Trastorno adaptativo por conflictiva laboral, es diagnosticado de TOC y de Síndrome de Gilles de la Tourette.
Tras un año y medio del mantenimiento de los síntomas, el paciente presentó en el domicilio un episodio de agitación con autolesiones en forma de golpes en la cabeza contra la pared, por lo que se traslada al Servicio de Urgencias, donde relató los síntomas ansioso y obsesivos, así como cefalea intensa ocasionada por la autoagresión, motivo por el cual se decidió solicitar un TC cerebral.
En el TAC se objetiva la presencia de una lesión cortico subcortical frontal anterior en el hemisferio derecho de aproximadamente 4.5 cm x 4.5 cm. Estos hallazgos eran sugestivos de LOE cerebral en probable relación con tumor cerebral primario. Dada la localización, la implicación de la cortical, la edad del paciente y el aspecto heterogéneo con quiste y posible calificación sugiere oligodendroglioma.
Tras la realización de la cirugía, en relación a la clínica obsesiva, así como a los TICs, el paciente experimentó una notable mejoría. Sin embargo, la clínica ansiosa se mantuvo, en relación al proceso oncológico.
Discusión
Aproximadamente, los oligodendrogliomas suponen el 3-4% de los tumores primarios intracraneales, con un pico de incidencia entre los 35-55 años, siendo más frecuentes en varones
En relación a la clínica psiquiátrica asociada a tumores cerebrales, se podría tratar en dos grupos diferenciados. Por un lado, se encuentra la clínica afectiva, que según los datos revisados, parece que no se correlaciona ni con la locación del tumor ni con el tipo de tumor
Por otro lado, a diferencia que la clínica afectiva, parece que la clínica TOC y la clínica del Sd. Gilles-Tourette, parece que sí que se relaciona con la localización del tumor. En relación a la clínica del Sd. Guilles-Tourette, parece que se correlaciona con aquellos tumores localizados en los ganglios basales
Paciente de 54 años con antecedentes somáticos de un infarto de miocardio a los 50 años. Atención puntual en Psiquiatría a nivel ambulatorio un año después por sintomatología depresiva reactiva a la pérdida de funcionalidad por limitaciones físicas en contexto de insuficiencia cardíaca. Se orientó como una reacción adaptativa y se derivó a grupos psicoterapéuticos de apoyo. Durante dos años, el paciente mantuvo una asistencia regular a los grupos psicoterapéuticos, logrando una relativa estabilidad clínica, que permitió su alta en Psiquiatría.
Posteriormente, el paciente acude al servicio de urgencias de nuestro hospital, a instancias de su familia, presentando sintomatología de tristeza vital, anergia, anhedonia total, apatía, insomnio total, abandono del autocuidado y de sus actividades sociales y ocupacionales, fascies depresiva, ansiedad, etc., de aproximadamente siete meses de evolución, que se acompaña de la aparición de una intensa ideación autolítica estructurada de dos semanas de evolución. Inicialmente, su Médico de Atención Primaria, había indicado Sertralina, con progresivo aumento de dosis hasta 200 mg/24h, sin lograr una adecuada respuesta terapéutica.
En el servicio de urgencias hospitalarias, tras la realización de las pertinentes pruebas complementarias, que permitieron descartar un origen somático de dicha sintomatología, se diagnostica de episodio depresivo grave y se indica ingreso hospitalario en Psiquiatría para contención y tratamiento.
Durante el ingreso hospitalario, se inicia tratamiento antidepresivo con Duloxetina, con un progresivo aumento de dosis hasta 120 mg/24h, y Quetiapina de liberación modificada en dosis de 300 mg/24h. Progresivamente, se consigue alcanzar una progresiva mejoría clínica del paciente, permitiendo el alta hospitalaria. Tras ello, el paciente continuó seguimiento a nivel ambulatorio, manteniendo seguimiento tanto por Psiquiatría como con Psicología Clínica. En la actualidad, el paciente mantiene una adecuada estabilidad psicopatológica y ha recuperado su funcionalidad habitual a nivel social y ocupacional.
La depresión es una enfermedad muy prevalente, que presenta una importante repercusión en la funcionalidad de nuestros pacientes. El tratamiento de la depresión es un importante reto en nuestro trabajo. El uso adecuado y combinado de tratamientos farmacológicos y psicoterapéuticos permiten alcanzar la estabilidad psicopatológica y funcional deseada para nuestros pacientes.
La terapia electroconvulsiva (TEC) en el embarazo es un tratamiento eficaz y de bajo riesgo en el embarazo, según el Consenso Español sobre la Terapia Electroconvulsiva la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica del año 2018. La guía de práctica clínica de la American Psychiatric Association (APA) sugiere la TEC como una opción de tratamiento para la depresión mayor, trastorno bipolar y psicosis durante el embarazo.
En relación a esto, exponemos el caso de una mujer embarazada de 20 semanas, con diagnóstico previo de trastorno afectivo bipolar (TAB), que presentaba clínica de cuadro hipomaníaco. Fue atendida en urgencias por insomnio, aumento de la velocidad del pensamiento y verborrea. Finalmente ingresó en planta de hospitalización de Salud Mental, mostrando inquietud, taquipsiquia y solicitando contención hospitalaria.
A la exploración al ingreso, ansiosa, ligeramente irritable, distraibilidad, impulsividad verbal. Discurso verborreico, aumentado en tasa, sin perder hilo. Ánimo exaltado. No clínica psicótica. Aumento de gastos económicos, disminución de necesidades del sueño y apetito. Buena conciencia de problema, pidiendo contención externa. Toma correcta del tratamiento, si bien presentaba desvanecimiento como secundarismo.
Con el ingreso, la disminución de estímulos y ajuste de quetiapina, la paciente progresivamente va mejorando y al alta está próxima a la eutimia, con sueño conservado, sin verborrea, no alteraciones del ánimo, no expansividad, no aumento de la energía, con un discurso coherente y fluido. Al alta se acuerda estrategia conservadora tras ofrecerse distintas opciones terapéuticas, consensuándose que si presentaba síntomas hipomaníacos o depresivos se plantearía ingreso para TEC como tratamiento de mantenimiento.
La clínica de hipomanía cedió, si bien a los 45 días aproximadamente comenzó con clínica depresiva, por lo que, se optó por TEC de mantenimiento.
Se hicieron un total de seis sesiones de TEC de mantenimiento, con cadencia semanal. A nivel terapéutico se opta por el programa LOW05, de Thymatron System IV, con administración bilateral y obteniéndose convulsiones en torno a los 30-35 segundos, con registros de buena amplitud y trazado habitual: reclutamiento, poli-puntas, punda-onda y crisis irritativa. Se termina en un 65% de energía. Se decide interrumpir el tratamiento por la situación clínica psiquiátrica de mejoría y por el momento del embarazo, en ese momento estaba de 33 semanas.
Previo y posterior a cada sesión de TEC, se realiza control cardiotocográfico fetal y valoración de la paciente por parte de servicio de Ginecología, para atención si hubiera sido preciso en caso de emergencia.
En cuanto a la anestesia, se realizaba con Propofol y Succinilcolina, que como se recoge en el Consenso de TEC español, se encuentran entre los fármacos preferibles en el embarazo ya que tienen menor efecto en el feto.
Consideramos importante la valoración de la TEC como opción terapéutica en cuadros de psicosis, depresión mayor o trastorno bipolar durante el embarazo, dada la eficacia y la seguridad de la técnica, con mínimo riesgo de morbimortalidad tanto para la mujer como para el feto, siendo recomendable un control o monitorización por servicio de Ginecología y Obstetricia, como llevamos a cabo en este caso.
– Bernardo Arroyo M, González-Pinto A, Urretavizcaya M. Consenso Español sobre la Terapia Electroconvulsiva. Sociedad Española de Psiquiatría Biológica; 2018.
– APA. The Practice of Electroconvulsive Therapy. Recommendations for Treatment, Training, and Privileging (A Task Force Report of the American Psychiatric Association). 2ª ed. American Psychiatric Association Publishing; 2001.
– National Institute for Clinical Excellence. Guidance on the Use of Electroconvulsive Therapy, Technology Appraisal 59. London; 2003.
Paciente de 10 años, reside en zona urbana con sus padres y una hermana de 15 años. Cursa 5º de primaria. A seguimiento por psicóloga y psiquiatra en el ámbito privado en los últimos meses, con diagnóstico de trastorno de ansiedad y trastorno conversivo. Antecedentes de dificultades de aprendizaje, valorada por neuropediatría con diagnóstico de dislexia. Vistas en múltiples ocasiones en urgencias hospitalarias por alteración del comportamiento y gestos autolíticos. A tratamiento con diversos fármacos sin eficacia referida por los padres (clonazepam, clorpromazina, sertralina, hidroxicina…)
Acude a urgencias acompañada de sus padres por sintomatología conversiva tipo pseudocrisis de ausencia, pérdida de tono en extremidades, agresividad hacia el entorno (padres e intento de asfixia a su perro) y gesto autolítico (intento de defenestración) además de referir la paciente dudas sobre supuestas alteraciones sensoperceptivas “mi bisabuelo me llama y dice que vaya con él”
A la valoración en urgencias se encuentra tranquila, abordable y adecuada. Discurso racionalizador. No impresiona de groseras alteraciones anímicas. No se evidencia sintomatología psicótica clara. Se aprecian rasgos de personalidad neuróticos. No auto ni heteroagresividad en estos momentos. No problemas con el sueño. Enuresis nocturna de nuevo.
Se decide ingreso en unidad de pediatria con acompañamiento por parte de los padres y a cargo de pediatría con seguimiento de enlace por parte de psiquiatría. Se realizan múltiples pruebas, videoEEG, RM de cráneo junto con analíticas, descartando posibles causas orgánicas. Durante su estancia se trabajan límites y necesidad de marcar hábitos, rutinas y se realiza descarga emocional. Se ajusta tratamiento psicofarmacológico con risperidona (3mg/24h) y diazepam (5mg/24h). Finalmente se decide alta con seguimiento estrecho por parte de psicología y psiquiatra infanto-juvenil de referencia.
Varón de 63 años, reside en zona urbana, casado, con dos hijos. Actualmente jubilado. Sin antecedentes somáticos de relevancia. No hábitos tóxicos. A seguimiento psiquiátrico desde los 19 años a nivel de la red pública y privada , diagnosticado de trastorno bipolar. Múltiples ingresos en unidad de hospitalización generalmente la mayoría de ellos por descompensación psicopatología de episodio maníaco.
Traído a urgencias del hospital de referencia por ambulancia y fuerzas de orden público, tras ser encontrado el paciente en las vías del tren. Fue visto por el maquinista, que al avisarle que se apartara y hacer caso omiso a la indicación, el trabajador avisó a los servicio de emergencia.
Durante la entrevista en urgencias el paciente muestra una actitud colaboradora, orientado en las tres esferas y tranquilo. Objetivando ánimo depresivo en un primer momento, subjetivamente relata ánimo bajo de tiempo de evolución, apatía, anhedonia y tendencia a la clinofilia. Refiere llevar meses pensando que está cansado de su vida, no tiene interés por nada…”quiero a mi mujer y mi hijo pero quiero más acabar con mi vida” No refiere factores desencadenantes.
Se muestra atento, aspecto cuidado, sintónico. Mantiene un discurso durante toda la entrevista totalmente coherente, centrado en su malestar emocional y fluido, sin apreciarse alteraciones del curso pensamiento. Expresa ideas de desesperanza, culpa y ruina. Dice sentirse inútil, “no sirvo para nada, ni para el sexo”, “me siento vacío, no siento cariño por nada y nadie, tampoco me siento querido”. Se muestra cabizbajo e irascible, se aprecia en ocasiones cierta disforia. No se evidencia sintomatología psicótica en estos momentos. Insomnio global en los últimos días. Verbaliza ideación e intencionalidad suicida estructurada “no lo he conseguido hoy, pero volveré a intentarlo en otro momento”
Se entrevista a su mujer que no corrobora clínica depresiva franca. Refiere que el paciente se había marchado de casa sin llaves ni móvil, sólo con DNI para que a la hora de la muerte pudieran identificarle.
Se decide ingreso voluntario en unidad de hospitalización, se ajusta tratamiento psicofarmacológico que venía realizando con: valproato, escitalopram, bupropion y Lorazepam. Durante su estancia en la unidad no se objetiva clínica depresiva, sino más bien una fase de descompensación maníaca. El paciente solicita constantemente antidepresivos y no se objetiva tal clínica que hace referencia. Por lo que se suspenden antidepresivos y se ajusta tratamiento con antipsicóticos ( pauta de risperidona – 9 mg/24 horas- y levomepromazina- 25mg/24 horas-). Presenta buena evolución a lo largo de las semanas con tendencia a la estabilidad anímica, por lo que se decide alta con seguimiento ambulatorio en su centro de referencia.
Paciente de 51 años, divorciado, en actualidad tiene pareja, una hija de 26 años, hijo de 19 años con un nieto de 15 meses. Ganadero.
NRAM. No enfermedades somáticas de interés. No IQ. No hábitos tóxicos.
Diagnosticado de trastorno bipolar a seguimiento en el circuito privado. Cuenta con 2 episodios hipomaniacos y un episodio depresivo. Tratamiento previo al ingreso: labileno 25 mg y olanzapina 5 mg.
Paciente derivado para valoración al servicio de urgencias por MAP ya que el paciente se encontraba en un bar haciendo movimientos extraños con la boca. En la entrevista con el paciente, refiere llevar 48 horas en que siente como un oso, con la fuerza del animal. Se siente muy activo y percibe que tiene unas habilidades especiales como conducir a altas velocidades, como había hecho en los días previos y que no precisa dormir.
Exploración psicopatológica: abordable, consciente, orientado en lugar y persona, desorientado en tiempo, parcialmente colaborador, inquieto, taquipsíquico, temple eufórico, hiperfagia, temática delirante megaloniaca, insomnio global de 6 días de duración, tenso, nula conciencia de enfermedad.
Para proceder al ingreso involuntario y dado que no se es capaz de asegurar una contención mecánica segura con el personal que se dispone en ese momento en el centro hospitalario, se avisa, mediante llamada al 112, a las fuerzas del orden para ayuda en la situación. Cuando ya se cuenta con el personal preciso, se procede a medidas de contención mecánica y se cursa ingreso involuntario.
Como tratamiento psicofarmacológico utilizado en el momento agudo, se pauta una ampolla IM de haloperidol, un ampolla IM de diazepam 10 mg y una ampolla IM levomepromazina 25mg.
Posteriormente y como tratamiento de mantenimiento en la unidad, se pauta risperidona 8 mg/24 horas, lorazepam 15 mg /24 horas, biperideno retard 4 mg /24 horas valproato 500 mg y si precisa por insomnio, clotiapina 40 mg/24 horas.
Paulatinamente estabilización del episodio estando tranquilo, tendente a la estabilidad anímica, apetito y sueño conservado, no sintomatología psicótica agudizada, no auto ni heteroagresividad.
Paciente de 48 años, soltero, tiene pareja en otro país, no hijos. Vive solo, trabaja en la construcción.
Alergia a penicilina y derivados. Patología cervical. No IQ. No hábitos tóxicos.
Diagnosticado de trastorno de inestabilidad emocional de la personalidad a seguimiento en CSM Mieres. Tratamiento pautado: duloxetina 60 mg/24 horas, sulpirida 150 mg/24 horas, diazepam 15 mg/24 horas, olanzapina 10 mg/ 24 horas.
Acude al tríaje del servicio de urgencias refiriendo estar cabreado. Tras ello, le acompañan al box y junto con el médico de urgencias, avisan al busca del psiquiatra.
Al comenzar la entrevista, el paciente refiere que “ mejor no se pase de la puerta porque no le gustan las batas blancas”. Al preguntarle qué le sucede, dice estar enfadado y con mirada fija, tensa y retadora, comienza a golpear la pared.
Evidenciada la situación de tensión y en coordinación con el servicio de urgencias, se decide pauta de contención mecánica completa y tratamiento psicofarmacológico ( una ampolla IM de haloperidol, una ampolla IM de diazepam 10 mg y una ampolla IM levomepromazina 25 mg). En una laboriosa contención, ya que el paciente muestra una navaja y con notables dificultades para la inmovilidad de miembros superiores siendo preciso pauta de midazolam y se cursa ingreso involuntario.
Como tratamiento en la unidad, se pauta olanzapina 40 mg/24 horas, diazepam 30 mg/24 horas, levomepromazina 25 mg / 24 horas y pauta de enoxaparina.
Tras unas horas en observación y descanso, cede el episodio de agresividad. Se encuentra abordable, consciente, orientado en persona y lugar, parcialmente en tiempo (falla el día), colaborador, discurso centrado y coherente donde verbaliza situación vital actual, ánimo reactivo al momento, descansó bien de noche, marcados rasgos de personalidad ( marcada impulsividad, nula tolerancia a la frustración), no se evidencia sintomatología psicótica, no intencionalidad suicida.
Refiere que lo sucedido en el día previo fue un momento de tensión e impulsividad reactivo a dificultad vital y en el contexto de marcada caracteriopatía.
Introducción: El síndrome de discontinuación de antidepresivos (ADS) es un cuadro clínico consistente principalmente en náuseas, insomnio, síntomas gripales, alteración del equilibrio, ansiedad o agitación debido a la interrupción o disminución gradual del tratamiento antidepresivo.
Objetivo y Método: Descripción de un caso clínico para ampliar el conocimiento sobre las características clínicas del ADS. Se realiza una recogida y análisis retrospectivo del historial clínico del paciente junto con una ampliación del contenido mediante una revisión bibliográfica breve de artículos publicados en PubMed.
Resultados – Descripción del caso clínico: Se aborda al acompañante de un paciente ingresado por alteración conductual en nuestro hospital. Se trata de una mujer de 71 años que se presenta vociferante y con nula colaboración. En su historial clínico se objetiva tratamiento habitual con venlafaxina, fluoxetina y alprazolam el cual no está tomando desde el ingreso de su esposo hace cinco días. Ante negativa a toma de tratamiento pautado se pasa a observación con pauta de diazepam 10mg IM. En la exploración psicopatológica se objetiva: “Consciente. Conducta inadecuada. Escasamente colaboradora e intranquila. Suspicaz. Discurso fluido y coherente. Irritable. Comentarios de la paciente impresionan de desconfianza con el entorno. No contacto psicótico o clínica delirante estructurada o alucinatoria asociada. Elevada ansiedad basal. Cuadro de heteroagresividad verbal […]”
Juicio clínico: Alteración conductual en probable relación con síndrome de discontinuación de tratamiento antidepresivo
Evolución: ante persistencia de alteración conductual se ingresó a la paciente de manera involuntaria para abordaje terapéutico.
Conclusiones:
El inicio sintomático del ADS se presenta entre las 36 horas y 10 días después de la interrupción/disminución del fármaco en aproximadamente un 20% de los pacientes que tomaron el fármaco durante un mínimo de seis semanas. La paroxetina, venlafaxina y desvelafaxina se presentan como los antidepresivos con mayor potencial de causar este síndrome tras su suspensión. Las manifestaciones clínicas son independientes al fármaco antidepresivo o a la interrupción gradual o abrupta de este. Como abordaje terapéutico se plantea reiniciar el tratamiento antidepresivo previamente pautado, cambiar a un ISRS de vida media más larga como fluoxetina. En la literatura se insiste en la necesidad de continuar investigando en la terminología, fenomenología y neurobiología subyacente a esta entidad.
Introducción:
La ansiedad escénica es un tipo de trastorno de ansiedad relacionado con la ejecución de una representación musical que tiene una gran prevalencia especialmente en los estudiantes de conservatorio musical. Las exposiciones públicas generan una sintomatología difícil de manejar que deteriora tanto la ejecución musical, la carrera profesional como la calidad de vida de quien la padece.
Objetivo:
Describir epidemiología, clínica, herramientas de detección y manejo de ansiedad escénica.
Método:
Estudio descriptivo realizado en base a cuatro artículos obtenidos tras una búsqueda bibliográfica en la base de datos Pubmed y un proceso de selección de entre los resultados obtenidos.
Resultados:
La prevalencia de la ansiedad escénica se aproxima al 40%, presentándose principalmente como aprensión angustiosa a las exposiciones además de clínica cognitiva, ansiosa y somática. Se propone como modelo etiopatogénico una combinación de factores de vulnerabilidad biológica y psicológica (general y específica). Como principal herramienta de detección y evaluación se estudia el cuestionario autoaplicado KMPAI-E y se propone una aproximación multidisciplinar que incluye medidas psicológicas, farmacológicas y musicales.
Conclusiones:
La ansiedad escénica se entiende como una falta de herramientas emocionales y expresivas que afecta a las habilidades interpretativas y la carrera profesional de muchos músicos con una elevada prevalencia. Por ello, es necesario conocer tanto las herramientas de detección como de manejo que debe incluir un abordaje coordinado entre la escuela, psicología y psiquiatría.
Resumen:
● Introducción: La depresión y la demencia en pacientes de edad avanzada son dos entidades con una relación compleja en cuanto al establecimiento de un diagnóstico definitivo dada su similar forma de presentación o la superposición de ambas. Algunos estudios plantean hipotesis sobre la causalidad o la predisposición que genera una sobre otra, sin haber evidencia consistente al respecto.
● Objetivo: Describir las características clínicas de la depresión y la demencia en pacientes de edad avanzada para establecer un adecuado diagnóstico diferencial.
● Método: Estudio descriptivo realizado en base a seis artículos obtenidos tras una búsqueda bibliográfica en la base de datos Pubmed y un proceso de selección de entre los resultados obtenidos.
● Resultados: La depresión en edad avanzada, a diferencia de jóvenes y adultos, se puede manifestar con un predominio del aumento de preocupaciones somáticas junto con un aumento del deterioro cognitivo, coincidiendo con las sintomatología de las fases iniciales de la demencia.
● Conclusiones: La depresión se establece como un trastorno en ausencia de patología cerebral subyacente cuyas alteraciones son reversibles si hay remisión. Por ello, la clave para establecer un correcto diagnóstico diferencial entre ambas entidades es realizar una buena entrevista clínica junto con un adecuado descarte de organicidad que incluya TAC craneal y valoración por Neurología.
Introducción: El síndrome de Ekbom, también llamado delirio de infestación, es un trastorno delirante de tipo somático. Afecta a 1.9-3.7/100.000 habitantes y 2-5 veces más a las mujeres. Se presenta de forma concomitante con otras patologías, sobre todo depresión, ansiedad y el trastorno por consumo de sustancias. Este cuadro tiene grandes repercusiones tanto a nivel individual como a nivel sociosanitario. En la siguiente revisión se persigue dilucidar las distintas opciones terapéuticas para esta entidad.
Objetivo y Método: Tras el análisis y abordaje de un caso clínico en la práctica diaria, se explicitó la necesidad de detallar y analizar las diferentes opciones terapéuticas en el síndrome de Ekbom. Estudiaremos la clínica principal y el manejo terapéutico adecuado. Para abordar el objetivo propuesto se realizó una revisión bibliográfica breve a través de la búsqueda de artículos publicados en el recurso electrónico: Pubmed desde el 2008 hasta la actualidad mediante la combinación de términos: “Delirio de Infestación” o “Síndrome de Ekbom” más “tratamiento”.
Resultados: Se exponen, resumen y analizan el contenido significativo de los diferentes estudios obtenidos en la revisión bibliográfica. Los estudios sugieren que el tratamiento con dosis bajas de antipsicóticos es la intervención más eficaz. Es la única terapia que ha demostrado alterar el curso subyacente y curar la enfermedad. La eficacia de la farmacoterapia puede aumentar con la terapia cognitivo-conductual. Los antipsicóticos de segunda generación en dosis bajas son el tratamiento más recomendado por su seguridad y tolerabilidad en comparación con los antipsicóticos de primera generación. Con la misma eficacia y un perfil de seguridad mejorado de los antipsicóticos de última generación, la pimozida ha caído en desuso pese a ser el primer tratamiento reconocido como eficaz en esta enfermedad. Los antipsicóticos de tercera generación, como el aripiprazol y la ziprasidona, son probablemente eficaces, pero aún no han sido bien estudiados en el delirio de infestación. La risperidona es el tratamiento de elección con un rango de dosis recomendado de 0,5-2 mg diarios. La olanzapina a dosis bajas (2,5-12 mg diarios) también ha demostrado ser eficaz en la infestación delirante. Debe utilizarse la dosis antipsicótica eficaz más baja, con aumentos graduales de la dosis hasta que desaparezca el delirio o se alcance la dosis máxima. en el caso de un delirio de infestación secundario, el primer paso es tratar la condición médica subyacente, suspender la medicación prescrita y/o sugerir la interrupción de cualquier uso de drogas ilícitas. Cuando la DI está asociada al consumo de drogas ilícito, la interrupción de la sustancia suele resolver los síntomas del paciente.
Conclusiones: Tras la revisión bibliográfica se detalla opciones terapéuticas adecuadas para el Delirio de Infestación. Se debe distinguir en el diagnóstico entre formas primarias y secundarias, destacando el éxito del tratamiento antipsicótico. No obstante, se necesita de investigación adicional para determinar y ampliar el estudio de la eficacia de las nuevas generaciones de antipsicóticos en esta entidad.
Introducción: El síndrome de Noonan es una enfermedad genética generalmente congénita que pertenece al grupo de la RASopatías. Esta patología presenta un fenotipo distintivo y clínica variopinta. En la siguiente revisión se persigue dilucidar los aspectos neuropsicológicos y psiquiátricos relacionados con esta entidad.
Objetivo y Método: Tras el análisis y abordaje de un caso clínico en la práctica diaria, se explicitó la necesidad de detallar y analizar las diferentes alteraciones psiquiátricas así como los aspectos neuropsicológicos característicos del síndrome de Noonan. Para abordar el objetivo propuesto se realizó una revisión bibliográfica breve a través de la búsqueda de artículos publicados en el recurso electrónico: Pubmed desde el 2008 hasta la actualidad mediante la combinación de términos: “noonan syndrome” más “psychiatric disorders”, “attention deficit hyperactivity disorder” y “autism spectrum disorder”.
Resultados y discusión: Se exponen, resumen y analizan el contenido significativo de los diferentes estudios obtenidos en la revisión bibliográfica. Los estudios sugieren una alta prevalencia de trastorno espectro autista (TEA) en las RASopatías, pero falta una caracterización detallada del perfil de TEA. Se estima una prevalencia del efecto ponderado en síndrome de Noonan del 15 % con dominancia masculina en una proporción de 5:1. Se necesita más investigación en estas poblaciones con síndromes genéticos y metabólicos para clarificar los mecanismos subyacentes del TEA. Por lo que refiere al trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), en los estudios se detallan hasta tasas significativamente mayores (18 veces) de TDAH en varias de las RASopatías, matizando como síntomas principales: dificultades de atención sostenida, autocontrol (38%) y planificación-organización (39%). En los estudios analizados, la muestra cumple los criterios de DSM-IV-TR para TDAH en el 22% de los casos aproximadamente. Por otra parte, se detalla alta prevalencia de síntomas leves de ansiedad y estado de ánimo decaído, sin alcanzar diagnóstico, en pacientes con síndrome de Noonan siendo hasta 3 veces mayor que en la población normal. En los estudios se insiste en la utilidad de realizar un cribado preescolar sobre las funciones atencionales y monitorizar los síntomas de ansiedad. Por último, en las diferentes alteraciones psicológicas de esta entidad, en un estudio se evidencia mediante una batería pruebas psicológicas (WAIS III, LQoL, SCL-90-R, BVAQ, etc.) una alteración moderada de la cognición social, reconocimiento de emociones y alexitimia. Los sujetos con RASopatía recibieron puntuaciones más bajas en promedio en comparación con los controles de hermanos en amabilidad, extroversión, escrupulosidad, franqueza y sentido del humor, y puntuaciones similares en neuroticismo. La psicopatología fue común en pacientes con SN y se correlacionó negativamente con el funcionamiento global y la calidad de vida familiar.
Conclusiones: Tras la revisión bibliográfica se detallan los diferentes aspectos psicológicos así como la preponderancia de patología neuropsiquiátrica como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno del espectro autista, la ansiedad y la depresión en pacientes con Síndrome de Noonan. No obstante, se necesita de investigación adicional para determinar y ampliar el estudio de las diferentes afecciones neuropsiquiátricas y psicológicas en esta entidad.
El lupus eritematoso sistémico (LES) es una enfermedad autoinmunitaria crónica que puede afectar múltiples órganos y sistemas en el cuerpo. El neurolupus es una forma de LES que afecta el sistema nervioso central (SNC) y puede causar una amplia variedad de síntomas neuropsiquiátricos.
Las manifestaciones neuropsiquiátricas ocurren en las primeras etapas del LES, generalmente cuando el LES está activo. Puede ser focal o difuso, y las manifestaciones clínicas pueden variar desde disfunción cognitiva leve hasta estados confusionales agudos, trastornos convulsivos y psicosis. Sin embargo, la cefalea, la ansiedad, alteraciones en el estado de ánimo y los trastornos cognitivos son las manifestaciones neuropsiquiátricas más frecuentes.
Algunos estudios han encontrado una mayor prevalencia de ideación suicida y tentativas de suicidio en pacientes con esta patología en comparación con la población general. Se ha propuesto que la presencia de síntomas neuropsiquiátricos en el neurolupus, como la depresión, la ansiedad, los trastornos cognitivos y el dolor crónico, podrían estar relacionados con un mayor riesgo de ideación suicida.
Se ha descubierto que ciertos factores de riesgo pueden aumentar aún más la probabilidad de ideación suicida en pacientes con neurolupus, como la presencia de dolor crónico, antecedentes de depresión, ansiedad y trastornos psiquiátricos, y una menor calidad de vida percibida. Además, con el belimumab, medicamento utilizado justamente en el tratamiento del LES y del neurolupus, se han informado casos de ideación suicida como posible secundarismo.
No existe una prueba diagnóstica única para la ideación suicida en pacientes con neurolupus. La evaluación y diagnóstico de la ideación suicida en estos pacientes se basa en una evaluación exhaustiva de los síntomas, la historia clínica y los factores de riesgo. Las pruebas de imagen cerebral, como la tomografía por emisión de positrones (PET) y la resonancia magnética (RMN), pueden ayudar a identificar anomalías estructurales o funcionales que pueden estar asociadas. Podrían ser de ayuda herramientas como las escalas de evaluación de depresión, como la Hamilton Depresion Rating Scale (HDRS) así como cuestionarios de evaluación de riesgo de suicidio, como el Columbia-Suicide Severity Rating Scale (C-SSRS).
En términos de tratamiento de la ideación suicida, se ha propuesto que la detección temprana y el manejo adecuado de los síntomas neuropsiquiátricos con analgésicos, ansiolíticos o antidepresivos, podrían reducir el riesgo. La psicoterapia, como la terapia cognitivo-conductual, ha demostrado eficacia en la identificación de pensamientos y comportamientos que puedan contribuir a esta ideación. En algunos casos, la hospitalización podría ser necesaria para garantizar la seguridad del paciente en el proceso de curación. Otras terapias dirigidas a la resolución del episodio agudo del lupus, como la terapia inmunosupresora sola o combinada con medicamentos antiinflamatorios como corticoides o ciclofosfamida podrían contribuir a la remisión total del proceso.
La frecuencia de ideación e intentos autolíticos así como de suicidio consumado es mayor en la población ludópata en comparación con el resto de población. Las personas adictas al juego tienen casi 4 veces más probabilidad de presentar ideación autolítica y hasta 12 veces más riesgo de realizar intentos suicidas en comparación con la población no jugadora según la literatura reciente. A raíz de ello surge la motivación de estudiar los factores de riesgo asociados a la presencia de eventos suicidas (ideación autolítica, intentos suicidas y suicido consumado) en la población ludópata.
METODOLOGÍA
Se realiza una revisión bibliográfica de la literatura en los 10 últimos años (2012-2022) a través de la base de datos Web of Science y se encuentran un total de 102 artículos. Tras la lectura crítica de abstracts se seleccionan un total de 31 para analizar en mayor profundidad.
RESULTADOS
Dentro de las comorbilidades psiquiátricas que más aumentan el riesgo de presentar eventos suicidas encontramos en primer lugar la depresión, seguida de los trastornos de ansiedad. El sexo femenino, como en la población general, es un factor de riesgo para la presencia de ideación autolítica, no obstante, cabe destacar que en la mayoría de estudios las cifras absolutas de población jugadora femenina es consideradamente menor que la masculina. Las grandes pérdidas económicas o deudas derivadas del juego son otro factor de riesgo importante a tener en cuenta en la población ludópata, al igual que el desempleo, el cual se ha objetivado que en gran parte de pacientes surge como consecuencia directa de dicha adicción. Debemos subrayar también el mayor riesgo autolítico en la población jugadora que presenta un menor nivel educacional y formativo, por lo que es muy importante fomentar una correcta prevención primaria respecto al juego y reducir la elevada publicidad de casas de apuestas que aparece en los medios de comunicación. Otro hallazgo importante es la relación entre severidad del juego y presencia de eventos suicidas, donde a través de escalas como la South Oaks Gambling Screen (SOGS) se refleja como en puntuaciones más altas, y paralelo a ello, mayor gravedad en la adicción al juego, existen tasas más elevadas de eventos suicidas. Por último resaltar la relación directa entre el abuso de sustancias y riesgo autolítico en población jugadora, siendo el alcohol el más importante y estudiado, más aún cuando dicho consumo va asociado a una mayor severidad en el juego, donde las tasas de eventos suicidas aumentan considerablemente.
CONCLUSIONES
Destacamos la importancia de evaluar de forma activa el riesgo autolítico y los factores de riesgo anteriormente descritos en aquellos jugadores que acuden a consulta en búsqueda de ayuda, además de fomentar una adecuada prevención primaria dada la elevada prevalencia de ludopatía en la población. Por último, remarcar la necesidad de realizar más estudios para analizar que modalidades de juego se asocian a un mayor riesgo de aparición de eventos suicidas.
La conducta suicida previa es el factor de riesgo más relacionado con la reincidencia y el ingreso hospitalario por intento de suicidio se ha relacionado con un perfil de gravedad caracterizado por una mayor reincidencia y una mayor letalidad de los intentos realizados siendo por tanto imprescindible desplegar un plan de prevención al respecto.
La incidencia de suicidio en el hospital es elevada, superior a la observada en la población general. Es de 250 por 100.000 ingresos en hospitales psiquiátricos y de 1,8 por 100.000 ingresos en hospitales generales, que es de cuatro a cinco veces más que en la población general. Del 5 al 6,5% de los suicidios se cometen en el hospital: del 3 al 5,5% ocurren en hospitales psiquiátricos y alrededor del 2% en hospitales generales. Como factores de riesgo de suicidio en la unidad psiquiátrica destacan la accesibilidad a uno o más medios de suicidio y el período de hospitalización siendo más alto durante la primera semana de hospitalización y dentro de las 2 semanas posteriores al alta hospitalaria. Aspectos relativos a la organización también se han descrito: la supervisión inadecuada, la subestimación del riesgo de suicidio por parte de los equipos, la mala comunicación dentro de los equipos y la falta de unidad de cuidados intensivos promueven el riesgo de suicidio. Otros factores predisponentes son la existencia de antecedentes personales suicidas (pero también familiares) e intento de suicidio poco antes del ingreso, el diagnóstico de esquizofrenia o trastorno del estado de ánimo, estar hospitalizado sin consentimiento, vivir solo y fugas hospitalarias. En los hospitales generales, la cronicidad y gravedad de la enfermedad somática, la personalidad del paciente y la existencia de una comorbilidad psiquiátrica son los factores suicidas más concurrentes.
El riesgo de suicidio alcanza su punto máximo en los periodos inmediatamente posteriores al ingreso hospitalario y al alta. El riesgo es particularmente alto en personas con trastornos afectivos y en personas con tratamiento hospitalario breve. Existen aspectos relativos a la vivencia del ingreso hospitalario por parte del paciente que deben ser considerados. Un reciente estudio examinó si la coerción percibida durante el ingreso en la hospitalización psiquiátrica aumenta el riesgo de intentos de suicidio después del alta. De 905 participantes, el 67% apoyó la percepción de coerción en la hospitalización psiquiátrica y 168 (19%) realizó un intento de suicidio después del alta. Los pacientes que percibieron coerción durante el ingreso hospitalario tenían más probabilidades de intentar suicidarse después del alta que aquellos que no la percibieron. En cambio, no hubo interacción entre las autolesiones recientes o la ideación suicida en el momento del ingreso y la coerción percibida en los intentos de suicidio posteriores al alta8.
No obstante, la literatura también recoge el riesgo asociado al ingreso hospitalario. Algunos autores han sugerido que ser un paciente hospitalizado en una unidad psiquiátrica es uno de los factores de riesgo estadístico más fuertes para el suicidio. Por lo general, se supone que esta fuerte asociación no es causal sino que es el resultado de la combinación de la selección de pacientes de alto riesgo para el ingreso y la protección imperfecta contra el suicidio que ofrecen las unidades psiquiátricas. Lógicamente, un tercer factor, que es causal, podría jugar un papel en la asociación. Recientemente se ha sugerido que las experiencias adversas en las unidades psiquiátricas, como el trauma, el estigma y la pérdida del rol social, podrían precipitar algunos suicidios de pacientes hospitalizados.
El suicidio es un tema preocupante y relevante que afecta a la población mundial, que ha sufrido un aumento en sus cifras en los últimos años, convirtiéndose en uno de los ámbitos más estudiados de la Psiquiatría actual.
Con esta revisión se pretende realizar una actualización del panorama actual poniendo en conjunto los factores epidemiológicos, de riesgo, así como el perfil psicopatológico más frecuente en suicidios consumados en adolescentes.
¿SUICIDIO O PENITENCIA?
INTRODUCCION
En la población penitenciaria se concentran diversos factores de riesgo asociados al suicidio, tales como: aislamiento social y ruptura de relaciones, bajo nivel socioeconómico, problemas jurídicos, abuso de sustancias, trastornos mentales y padecer enfermedades físicas que reducen la esperanza de vida.
Los trastornos psiquiátricos más frecuentes en la población penitenciaria con riesgo suicida son la dependencia a sustancias psicoactivas, los trastornos afectivos y los trastornos psicóticos.
METODO
Realizamos una revisión bibliográfica del suicidio en la población penitenciaria española.
OBJETIVO
Conocer y prevenir la conducta suicida en la población penitenciaria estableciendo perfiles de riesgo.
RESULTADOS
La combinación de factores individuales y ambientales puede ser la causa de que las tasas sean más altas en los escenarios penitenciarios.
El suicidio puede abordarse desde la perspectiva del estrés psicosocial, pues el ingreso conlleva un proceso de adaptación psicológica en el que intervienen e interactúan estresores ambientales, condiciones higiénicas y sanitarias deficientes, ausencia de espacios de esparcimiento, hacinamiento, falta de intimidad, una estructura arquitectónica y organizacional carente de apoyo social, todo lo cual afectaría al estado de salud psicológica y física del individuo. Hace décadas que estamos ante la causa de muerte más frecuentes en instituciones penitenciarias, pues estas acogen personas que están entre los grupos de mayor riesgo de suicidio: hombres jóvenes, personas con enfermedad mental, aislados socialmente, abuso de sustancias, con rasgos de personalidad asociados a comportamientos violentos y suicidas, y con intentos de suicidio previos. Las personas privadas de libertad presentan un mayor riesgo de suicidio que la población general, con tasas de suicidio de al menos 3 a 9 veces mayor en hombres y mujeres que están en la cárcel.
El impacto psicológico del arresto y el encarcelamiento, junto a la abstinencia de anteriores consumos de drogas y alcohol, el estrés diario en ese espacio que resulta extraño, la pérdida de empleo, los conflictos sociales, la discriminación, la marginalidad, la dificultad de acceso a los servicios de salud… Todos son factores de riesgo para el suicidio, muchos de ellos presentes en la población reclusa antes de entrar en los centros penitenciarios. Hay factores psicosociales comunes en los reclusos suicidas: poco apoyo social y familiar, conductas suicidas previas, antecedentes de enfermedad mental y problemas emocionales. Las personas presas llegan a experimentar intimidación, conflictos entre reclusos, infracciones disciplinarias, etc. que son factores estresantes que pueden conducir al suicidio a través de sentimientos de desesperanza, limitación de perspectivas y una pérdida de opciones para afrontar las adversidades.
DISCUSIÓN/CONCLUSIONES
Un paso importante para la prevención del suicidio es desarrollar perfiles que se relacionen con grupos y situaciones de riesgo que pueden necesitar mayor evaluación e intervención.
Existen centros penitenciarios con escasos recursos en salud mental, sin programas comunitarios, con difícil acceso a profesionales y tratamientos psicológicos y psiquiátricos. Sería interesante promover el desarrollo de estos recursos.
INTRODUCCIÓN
El suicidio es un problema de salud pública a nivel mundial. En 2021, el número de suicidios en nuestro país se elevó a 4003, superándose cifras históricas. Aproximadamente el 90% de los fallecimientos por suicidio se producen en personas que padecían un trastorno mental. El TOC tiene una prevalencia de un 2% en la población general. Los factores de riesgo para llevar a cabo una conducta suicida están ampliamente reflejados en la literatura. Sin embargo, su asociación con el trastorno obsesivo compulsivo no ha sido objeto de muchos estudios.
OBJETIVOS
Establecer la prevalencia de riesgo de suicidio (ideación/intentos de suicidio y suicidio consumado) en la población con TOC y los factores de riesgo más ampliamente relacionados.
METODO
Se realiza una revisión de la literatura de los últimos 10 años (2013-2023) buscando en la base de datos PubMed (obsesive compulsive disorder) AND (suicide risk) y (OCD) AND (suicide risk). Se detectan 20 artículos de los cuales 14 son seleccionados para incluir en la revisión.
RESULTADOS
La prevalencia media de ideas de suicidio en el grupo con TOC fue de un 19.3% (desde un 6.3% hasta un 27.9%).
En cuanto a las tentativas autolíticas, la prevalencia fue de un 18.34%, lo que se encuentra en concordancia con los datos aportados por diversos artículos que sitúan la prevalencia de intentos de suicidio entre un 5 y un 25%, siendo el riesgo de cometer un intento de suicidio en los individuos con TOC entre 3 y 5 veces superior a la de población general.
La prevalencia de suicidio consumado fue valorada en un único estudio, situándose en un 1.48%. Según lo referido en la literatura, el riesgo de fallecimiento por suicidio en la población TOC es de 3 a 10 veces superior a la de la población general.
Los factores de riesgo más ampliamente relacionados con el riesgo de suicidio en el TOC fueron: una mayor severidad de los síntomas obsesivo-compulsivos, la comorbilidad con otros trastornos mentales (especialmente trastorno bipolar, trastorno depresivo mayor y trastorno por abuso de sustancias), intentos de suicidio previos, presencia de alexitimia y desesperanza, así como pensamientos obsesivos de tipo violento.
CONCLUSIÓN
Existe un mayor riesgo de suicidio en los individuos con TOC, tanto si se trata de ideas suicidas, tentativas de suicidio, como de suicidio consumado. La bibliografía es extensa cuando se trata de analizar la asociación entre conductas suicidas y trastornos afectivos o trastornos psicóticos. Sin embargo, existen pocos estudios que analicen esta asociación en los pacientes con TOC. El riesgo de suicidio debe ser evaluado y monitorizado de forma sistemática en estos pacientes, sobre todo en aquellos casos en los que existen factores de riesgo añadidos.
La conducta suicida es un grave problema de salud pública y muchas investigaciones se basan en conocer la base que predomina y predispone a esto. La evaluación de la misma mediante instrumentos estandarizados es frecuentemente utilizada por la investigación clínica. Estudios familiares, de gemelos y de adopción también sugieren que la vulnerabilidad a la conducta suicida es mediada genéticamente lo que hace que comprender los factores de la propensión familiar al suicidio a través de la valoración de los familiares biológicos en primer grado sea relevante para confirmar los mecanismos involucrados en la conducta suicida. Y Ding, en su estudio de 2017 identificó un patrón de diferencias de activación cerebral durante el proceso de toma de decisiones en comparación con el grupo control, apoyándose en estudios previos donde se apoya la heredabilidad de las habilidades para la toma de decisiones.
Otros estudios también confirmaron la heredabilidad de esta función cognitiva en primer grado familiares de pacientes alcohólicos y trastorno obsesivo-compulsivos. En este estudio se pretende recoger la bibliografía más reciente y actualizada sobre la evaluación de familiares de supervivientes de suicido y conocer las posibles implicaciones clínicas que puedan ayudar al la prevención del suicidio.
Para ello se realizó una búsqueda bibliográfica sistemática en Pubmed, PsycINFO y google académico de artículos publicados entre el 1 de enero de 2013 al 1 de enero de 2023. Las bases de datos se consultaron con palabras clave combinando tres dimensiones: (1) conductas suicidas, (2) familiares de primer grado y (3) medidas neurocognitivas. Un total de 181 artículos fueron encontrados que tras el screening basado en los abstract fueron 17 los que se seleccionaron para nuestra revisión.
Los criterios de inclusión fueron 1. Diseño experimental que incluían un grupo control 2. Evaluación de parientes biológicos de primer grado 3. medición objetiva de al menos una variable neuropsicológica. No hubo limitación en términos de comorbilidad con trastornos psiquiátricos. La revisión de la literatura sugiere una relación directa entre los datos obtenidos de la evaluación a familiares de primer grado y la sintomatología de los grupos suicidas, no obstante, aún existe poca investigación empírica que aporte datos concluyentes.
En este trabajo se realizará una revisión de la literatura reciente para analizar el estado de las investigaciones en torno a las drogas psicodélicas y su aplicación en psiquiatría, revisando 7 artículos de los últimos 5 años, a través del buscador PubMed.
Los psicodélicos quedaron relegados por sus efectos alucinógenos/disociativos y su uso recreativo, pero en los últimos años han vuelto como terapias novedosas en auge, siendo la esketamina su mejor ejemplo. A través de estas sustancias se han explorado nuevamente mecanismos de acción de psicoármacos y etiopatogénicos de enfermedd mental, especialmente las vías serotoninérgicas y glutamatérgicas.
Tras la revisión, se pone de manifiesto la importancia de la investigación en este campo. Las sustancias psicoplastógenas ofrecen nuevas líneas de tratamiento, que se están investigando actualmente. Se constata el uso beneficioso de los psicoplastógenos en trastornos afectivos, adicciones e incluso esquizofrenia. Basan su eficacia su acción sobre vías serotoninérgicas y glutamatérgicas y en sus efectos sobre la neuroplasticidad, proponiendo la posibilidad de realizar un “reset” sobre las enfermedades mentales que suponga su curación en un futuro. |Hay que tener en cuenta que los psicoplastógenos de primera generación son todos alucinógenos, lo que tiene implicaciones importantes sobre cómo deben administrarse estos medicamentos y cuántos y qué tipo de pacientes podrían beneficiarse en última instancia de estos enfoques. En este sentido, los psicoplastógenos no alucinógenos ofrecen ventajas significativas, con el potencial de llegar a poblaciones de pacientes mucho más grandes e incluso en un futuro reemplazar a los antidepresivos tradicionales como tratamientos de primera línea.
Resulta ambicioso aspirar a curar la enfermedad mental al rectificar la fisiopatología subyacente de trastornos como la depresión, yendo más allá del simple tratamiento de los síntomas de la enfermedad. Sin embargo, determinar cómo implementar de manera más efectiva medicamentos psicoplastogénicos será una consideración importante a medida que avance este campo de investigación.
Si bien los efectos beneficiosos de los psicoplastógenos pueden durar meses después de una administración y estos medicamentos han demostrado eficacia en una variedad de trastornos neuropsiquiátricos que incluyen depresión, TEPT y adicción , no hay que olvidar que no son panaceas, y que las opciones actuales de tratamiento son las más eficaces y avaladas por la literatura.
1. Breeksema, J. J., Niemeijer, A. R., Krediet, E., Vermetten, E., & Schoevers, R. A. (2020). Psychedelic treatments for psychiatric disorders: A systematic review and thematic synthesis of patient experiences in qualitative studies. CNS Drugs, 34(9), 925–946. doi:10.1007/s40263-020-00748-y
2. Carhart-Harris, R. L., Bolstridge, M., Day, C. M. J., Rucker, J., Watts, R., Erritzoe, D. E., … Nutt, D. J. (2018). Psilocybin with psychological support for treatment-resistant depression: six-month follow-up. Psychopharmacology, 235(2), 399–408. doi:10.1007/s00213-017-4771-x
3. Davis, A. K., Barrett, F. S., May, D. G., Cosimano, M. P., Sepeda, N. D., Johnson, M. W., … Griffiths, R. R. (2021). Effects of psilocybin-assisted therapy on major depressive disorder: A randomized clinical trial: A randomized clinical trial. JAMA Psychiatry (Chicago, Ill.), 78(5), 481–489. doi:10.1001/jamapsychiatry.2020.3285
4. De Gregorio, D., Aguilar-Valles, A., Preller, K. H., Heifets, B. D., Hibicke, M., Mitchell, J., & Gobbi, G. (2021). Hallucinogens in mental health: Preclinical and clinical studies on LSD, psilocybin, MDMA, and ketamine. The Journal of Neuroscience: The Official Journal of the Society for Neuroscience, 41(5), 891–900. doi:10.1523/JNEUROSCI.1659-20.2020
5. Kuypers, K. P., Ng, L., Erritzoe, D., Knudsen, G. M., Nichols, C. D., Nichols, D. E., … Nutt, D. (2019). Microdosing psychedelics: More questions than answers? An overview and suggestions for future research. Journal of Psychopharmacology (Oxford, England), 33(9), 1039–1057. doi:10.1177/0269881119857204
6. Mahmood, D., Alenezi, S. K., Anwar, M. J., Azam, F., Qureshi, K. A., & Jaremko, M. (2022). New paradigms of old psychedelics in schizophrenia. Pharmaceuticals (Basel, Switzerland), 15(5). doi:10.3390/ph15050640
7. Nutt, D. (2019). Psychedelic drugs-a new era in psychiatry? Dialogues in Clinical Neuroscience, 21(2), 139–147. doi:10.31887/dcns.2019.21.2/dnutt
El suicidio supone un grave problema de salud pública. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se calcula que sería responsable de más de 700.000 fallecidos al año, tratándose de la cuarta causa de muerte en jóvenes entre 15 y 29 años.
El riesgo de suicidio consumado es mayor en aquellos sujetos con intentos de suicidio previos, conductas autolíticas, trastornos mentales (especialmente depresión), enfermedades crónicas con pronóstico desfavorable o dolor crónico, adversidades en la infancia o rasgos de personalidad como impulsividad, agresividad y desesperanza.
La conducta suicida explicada a través del modelo diátesis-estrés se entiende como el resultado de la interacción entre estresores ambientales y la vulnerabilidad del sujeto. Asociados a esta conducta, algunas investigaciones plantean la existencia de unos fenotipos neurobiológicos, que tendrían su origen en alteraciones a distintos niveles. Gracias a los estudios de neuroimagen – tanto funcional como molecular – se han podido estudiar los circuitos cerebrales y los cambios neuroquímicos (a nivel de neurotransmisores) relacionados con los comportamientos de estos sujetos.
Por una parte, se propone que un ambiente de estrés crónico conllevaría un estado de neuroinflamación, viéndose así afectada la regulación del sistema serotoninérgico, el dopaminérgico y el glutamatérgico, y el eje hipotálamo-pituitario-adrenal, entre otros. Dentro de este estado, los cambios neurobiológicos que más se han relacionado con la conducta suicida son: la depleción de serotonina, asociada a mayor agresividad e impulsividad; la depleción de noradrenalina, asociada a desesperanza y depresión; la hiperactivación del eje hipotálamo-pituitario-adrenal, relacionada con daños cognitivos; y la disminución de ciertos marcadores como el BDNF (factor neurotrófico derivado del cerebro), que supone una disminución de la neuroplasticidad. Todas estas alteraciones podrían explicar las deficiencias en la regulación del estado de ánimo y la toma de decisiones en sujetos con conducta suicida.
Por otra parte, también se sugiere que los cambios neurobiológicos asociados a la conducta suicida estarían modulados por múltiples mecanismos epigenéticos, especialmente por la metilación de BDNF, del eje HPA y receptores GABA-A, que juegan un papel importante regulando la expresión de proteínas. Un momento particularmente sensible a las modificaciones epigenéticas sería la infancia, dado que experiencias traumáticas en esta etapa – como la negligencia afectiva, el abuso sexual o físico – se han asociado a una mayor impulsividad, por lo que tendrían un peso importante en la posible conducta suicida. Sin embargo, investigaciones sobre el genoma no han podido encontrar vínculos significativos con los intentos de suicidio, por lo que todavía no se ha podido confirmar la presencia de genes específicos.
Seguir investigando la base neurobiológica de la conducta suicida es crucial ya que nos permitiría plantear nuevas formas de prevención y tratamiento para este problema de salud pública tan grave y emergente. Las propuestas más prometedoras para la detección de sujetos con alto riesgo suicida son la genómica y la neuroimagen cerebral. En cuanto al tratamiento, los nuevos enfoques incluirían la estimulación magnética transcraneal repetitiva o el uso de fármacos con efecto antiinflamatorio.
Objetivos: Observar la variacion en esos dos años de la poblacion suicida y ver la variabilidad en una seria de variables ( edad , sexo, métodos utilizados, patologias prevalentes, consumo de tóxicos)
Estudio retrospectivo de todos los pacientes suicidados entre los años 2019 y 2020 de la provincia de Cáceres apoyándonos en datos de las autopsias de los pacientes cotejándolos con su historia clínica de salud.
Suicidios en 2020 distribuidos por patologia mental, por genero , por método de suicidio utilizado. consumo de tóxicos, existencia de factores de riesgo previos
Suicidios en 2019 distribuido por patologia mental , por género , por método de suicidio utilizado.consumo de tóxicos, existencia de factores de riesgo previos.
Los conflictos conyugales, los trastornos de personlidad o los suicidios post denuncia de violencia de género tambien se han visto descrito en los ultimos años.
Llama la atencion el método de suicidio asifixia por sumersión utilizado casi en la práctica totalidad por mujeres dado que el método habitual usado por los varones suele ser el ahorcamiento o el arma de fuego.
Hipótesis
La impulsividad rasgo podría ser uno de los factores que influyen en la impulsividad de la TS
Criterios de inclusión:
- Puntuación ≥ 15 en la Escala de Hamilton para la Depresión (HDRS) (3).
- Edad: 18-65 años.
- Ausencia de comorbilidad psiquiátrica.
- Ausencia de trastorno por uso de sustancias (excepto tabaco).
- Aceptación del consentimiento informado.
La evaluación se realizó mediante:
- Protocolo ad hoc (Díaz y cols., 2003).
- Escala de Intencionalidad Suicida (SIS) (4), utilizando la propuesta de Díaz y cols. (2003) para valorar la impulsividad del acto suicida (TS impulsiva= 0-5; y planeada ≥ 6).
- Cuestionario de Acontecimientos Traumáticos en la Infancia (CTQ-SF) (5).
- Gravedad Médica de la Tentativa Suicida (MDS) (6).
- Escala de Impulsividad de Barratt (BIS-11).
Análisis estadísticos: χ -cuadrado, t-Student, regresión logística binomial por pasos hacia delante
Se realizó un modelo de regresión logística binomial incluyendo edad, sexo, HDRS, CTQ-SF, BIS-11 y MDS. Se obtuvo significación estadística global para el modelo (R²-Nagelkerke= 0,314; R²-Cox-&-Snell= 0,235; χ2=24,697; p= 0,016), siendo la HDRS la única variable que permaneció en el modelo, relacionándose una menor puntuación con mayor impulsividad de la TS (z=2,868; Wald= 8,224; p= 0,004). No se halló correlación con BIS-11.
Tras el análisis multivariado, la gravedad clínica de la depresión es la única variable asociada con la impulsividad de la TS, de modo que las TS más impulsivas son realizadas por pacientes con síntomas depresivos más leves.
Además, la presencia de adversidades psicológicas en la etapa infantil, influye en la presencia de psicopatología tanto en el presente como posteriormente ².
2. Categorización de los traumas presentes
3. Número de traumas presentes en cada adolescente
4. Estudio del género en adolescentes con traumas
Por el momento el 85% de los adolescentes ingresados presenta al menos uno de los traumas analizados. De esa muestra, se observa que el 35% presenta un trauma, el 12% dos traumas, el 29% tres traumas y el 24% cuatro traumas o más.
El 60% de los adolescentes con trauma son mujeres cis, el 30% varones cis y el 10% varones trans.
De los traumas analizados el más presente es el acoso escolar (29%), seguido por las separaciones de progenitores complicadas (19%). El tercer trauma más presente es el abuso infantil, siendo un 7 % tanto el intrafamiliar como el extrafamiliar.
Se evaluó la adherencia al tratamiento a la DM1 con la escala de vida relacionada con la DM1 (PedsQL- heteroinformada), las funciones ejecutivas con un cuestionario heteroaplicado (BRIEF-2) y la disregulación emocional con la subescala del Cuestionario de Capacidades y Dificultades (SDQ-Dysregulation Profile).
Se desarrollaron modelos de mediación para evaluar el papel de la disregulación emocional como variable de mediación en la relación entre las funciones ejecutivas y la adherencia al tratamiento de la DM1. Los modelos de mediación se analizaron mediante métodos de muestreo Bootstrap.
Según estudio de la conducta suicida y salud mental de la Fundación ANAR, el número de casos con conducta suicida ha experimentado un acentuado crecimiento en el periodo 2012-2022 (1.921,3%), destacando el incremento producido en el periodo post-COVID-19, entre 2020 y 2022 (128%).
2. Describir de las características sociodemográficas de los adolescentes hospitalizados
3. Describir de las características clínicas de los adolescentes hospitalizados
Por el momento el 68% de los ingresos son por ideación/intento autolítico, el 81% son mujeres, siendo un 27 % de 15 años y el 77% caucásicas, con un 90% con antecedentes personales en Salud mental, pero con mayoría (59%) sin ingresos previos
Esto evidencia que el suicidio es un problema de salud pública de primer orden, donde ya se han puesto medios de prevención, como el teléfono del suicidio y fundación ANAR, si bien siguen siendo insuficientes y debe diseñarse e invertir más sobre planes de prevención de suicidio.
En este contexto, en 2020 desde la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Hospital Regional Universitario de Málaga se diseña e implementa un programa de tratamiento específico para la prevención del suicidio dirigido a la población atendida en esta área sanitaria, abarcando una población de 323.000 habitantes.
En este estudio pretendemos ofrecer los resultados encontrados en el periodo 2020-2022, describiendo los casos atendidos y la repercusión clínica evaluada en este programa de intervención.
El tratamiento es llevado a cabo por un facultativo especialista en Psicología Clínica tras la derivación por parte de su psiquiatra/psicólogo clínico de referencia desde la Unidad de Salud Mental Comunitaria (USMC).
La intervención se estructura en tres tiempos: 1) Valoración inicial e intervención precoz; 2) Tratamiento específico de factores de riesgo asociados y abordaje psicoterapéutico; 3) Prevención de recaídas.
Las sesiones fueron diseñadas siguiendo los hallazgos encontrados en las revisiones y estudios consultados, empleando técnicas centradas en el manejo de crisis e identificación de factores de riesgo, herramientas de reestructuración cognitiva y solución de problema, y estrategias de apoyo y habilidades sociales (1).
El tratamiento psicológico demostró reducir el riesgo de conducta suicida y mejoró el bienestar psicológico y funcionalidad de las personas atendidas.
Además, disminuyó significativamente las visitas al Servicio de Urgencias causadas por conducta suicida, reduciéndose las consultas en dicho servicio en un 63% (p=0,013).
Se considera necesario fortalecer la investigación en este área de conocimiento con el fin de identificar factores claves para la mejora de este tipo de programas dirigidos de manera específica a la prevención del suicidio.
cualquier causa.
Objetivo secundario: comparar la eficacia y los perfiles de efectos secundarios entre estos medicamentos.
risperidona (N=130) y seguidos durante 12 semanas. La principal medida de efectividad fue la interrupción del tratamiento por cualquier causa. Además, se realizó un análisis por intención de tratar para evaluar la eficacia.
Las medidas de efectividad fueron similares entre ambos brazos de tratamiento en las tasas de interrupción del tratamiento (χ2= 0,409; p=0,522) y el tiempo medio hasta la interrupción por cualquier causa (log rank χ2= -1,009; p=0,316) no mostró diferencias estadísticamente significativas.
A pesar de no existir diferencias estadísticamente significativas entre grupos con respecto a la eficacia clínica, aripiprazol requirió una dosis equivalente de clorpromazina más alta(χ2=2,160; p=0,032) y un tiempo medio más extendido (W=8183,5; p=0,008) para alcanzar
respuesta.
Los eventos adversos más frecuentes en general fueron fatigabilidad (20,68%) y aumento de
peso (19,92% ). En el grupo de risperidona fueron significativamente mayores los efectos adversos sexuales y la rigidez , mientras que la sialorrea lo fue en el grupo de aripiprazol.
En general, los datos hallados en esta comparativa directa son concordantes con la literatura:
En nuestro estudio, no encontramos diferencias en cuanto a la efectividad entre risperidona y aripiprazol, siendo ambos fármacos de alta efectividad para el tratamiento a corto plazo de sujetos con PEP. Esta investigación refleja diferencias pequeñas,
aunque no estadísticamente significativas, en términos de eficacia. Sin embargo, sí se hallaron diferencias reseñables respecto a los efectos secundarios, un factor determinante para prevenir la interrupción del tratamiento durante y después de la fase a corto plazo. Encontramos en nuestro estudio que los efectos secundarios sexuales y la rigidez fueron significativamente más
frecuentes en el grupo de risperidona, mientras que la sialorrea lo fue en el grupo aripiprazol. Finalmente, el aumento de peso fue un problema importante en ambos grupos y el desarrollo de enfoques efectivos para su prevención y tratamiento pueden ser una prioridad.
Por lo tanto, el proceso de optimización del resultado a largo plazo pasa por la búsqueda de intervenciones personalizadas centradas en cada las características, preferencias o necesidades específicas del paciente, que deben iniciarse lo antes posible después del diagnóstico de PEP.
Análisis estadístico: Se uso el paquete IBM SPSS Statistics (Mac, v29.0). Para comparación de variables cualitativas se realizaron tablas cruzadas aplicando la χ2 de Pearson. Para comparación de variables cualitativas con cuantitativas normales se utilizó el estadístico t de Student y el test ANOVA para variables cualitativas no dicotómicas. Se realizarán modelos multivariantes con las variables estadísticamente significativas en el análisis univariante. Asimismo, se usarán gráficos acíclicos dirigidos causales (DAG) para explicar la relación entre las diferentes variables.
Evidencia científica en PEP, se hace necesario realizar estudios en nuestro medio que analicen los factores sociales que inciden en la aparición de los PEP y determinar cuales serían los factores ambientales mas relevantes en una zona determinada y ver si los hallazgos son similares o diferentes a los de otras zonas geográficas.
El impacto funcional y cognitivo de los PEP es muy relevante e implica una disfunción desde edades tempranas de la vida como son la adolescencia y la juventud. Por lo anterior es necesario atender a este grupo etario con intervenciones precoces y en la medida de lo posible intervenir en factores ambientales como el trauma infantil, el acoso escolar, el uso de cannabis, la adversidad social y otros factores. Por lo que podría ser importante identificar si existen zonas de Albacete en donde se concentren los pacientes con PEP. El estudio análisis espacial de la distribución de casos de una cohorte de pacientes con Primeros Episodios Psicóticos en Albacete, puede ser una forma de identificar estas zonas mas vulnerables. Y proponer intervenciones psicosociales orientadas a la posible prevención de un PEP en dichas zonas.
Los estudios en PEP que existen en Castilla La Mancha se han realizado en la zona de Cuenca a través del Programa de Primeros Episodios Psicóticos del servicio de Psiquiatría del Hospital Virgen de La Luz. No hay estudios de PEP en otras zonas de Castilla La Mancha, por lo que serían los primeros datos al respecto en la zona de Albacete capital.
Objetivo general: analizar si existe un patrón de distribución de los pacientes con PEP en función del área de residencia en la ciudad de Albacete.
Objetivos específicos:
1. Analizar si hay asociación entre PEP y áreas de residencia con determinados aspectos socioeconómicos.
2. Analizar la correlación entre PEP y nivel socioeconómico.
3. Identificar si existe asociación entre las variables sociodemográficas y el área de residencia en pacientes con PEP.
Método: Estudio epidemiológico ecológico de grupos múltiples, analizando poblaciones geográficamente delimitadas. Observacional retrospectivo.
Cohorte de pacientes con un PEP que han acudido y/o acuden a seguimiento en el Programa de Primeros Episodios Psicóticos de Albacete, desde el 1 de enero de 2016 al 31 de octubre de 2022. Excluyéndose los que viven fuera del perímetro de la capital de la provincia. De 179 casos, se han escogido 131. A partir del número de casos de enfermedad y de la población residente en cada barrio, se calculó la incidencia en cada sección por cada 100000 habitantes en el periodo de estudio. Se realizó el análisis de correlación espacial del PEP según las ubicaciones de las entidades (barrios) y los valores del atributo (incidencia de la enfermedad) mediante la herramienta I de Moran.
Permite establecer una asociación entre incidencia de PEP y factores sociales, que coincide con el estudio Europeo Gen-Ambiente que muestra variaciones brutas en incidencia de trastornos psicóticos de hasta 10 veces según el área de estudio, que se explica por factores como urbanicidad y renta.
Con este tipo de intervenciones en la comunidad se podría empezar a detectar los casos de una forma mas precoz para evitar el deterioro en el funcionamiento social que presentan los pacientes con primeros episodios psicóticos que no tardan en llegar a tratamiento por psiquiatría, además se podría intervenir en grupos poblacionales con alta riesgo para PEP como son la personas que se inician en el consumo de cannabis y/o en los consumidores habitual para evitar la aparición de un PEP.
La muestra se dividió en cuatro grupos en función de su historia de trastornos depresivos: 1) sin historial de depresión; 2) episodio depresivo único presente en la actualidad; 3) episodio depresivo actual con historial previo de episodios depresivos; 4) historial de episodios depresivos, sin episodio en la actualidad.
En general los grupos no mostraron diferencias en cuanto a características sociodemográficas (sexo, estado civil, nivel de ingresos), de personalidad (impulsividad, agresividad, extraversión) ni comorbilidades con trastornos del eje I. Las personas sin historial de depresión fueron más jóvenes y con menor probabilidad de tener hijos, también marcaron menos en neuroticismo.
No obstante, en cuanto a historia de conducta suicida, las personas que murieron durante un episodio depresivo tuvieron mayor probabilidad de haber realizado al menos un intento previo (p < 0.001).
El protocolo de entrevista recogió la historia previa de suicidio e incluyó, entre otros, la entrevista clínica estructurada para trastornos del DSM (SCID I y II), la escala de impulsividad de Barrat (BIS-11) y la historia de agresividad Brown-Goodwin (BGHA) y la escala de intención suicida de Beck (SIS).
Se realizó un análisis de clúster mediante método jerárquico sobre los 394 casos de muerte por suicidio válidos. Las variables incluidas fueron sexo, edad, BIS, BGHA, SIS, historia previa de intentos de suicidio, historia de abuso de sustancias, trastornos psicóticos y afectivos, así como presencia de un episodio depresivo en el momento de la muerte. Se determinó el mejor número de clusters mediante anidación aglomerativa.
El protocolo de estudio estuvo formado por una recogida de datos sociodemográficos, clínicos, el índice de masa corporal (IMC) y su tratamiento psicofarmacológico, así como la cumplimentación de tres escalas: el cuestionario Adolescent Food Habits Checklist (AFHC) y la Sleep Disturbance Scale for Children (SDSC).
Análisis estadístico: Se uso el paquete IBM SPSS Statistics (Mac, v29.0). Para el análisis de normalidad de las variables cuantitativas se aplicó el test de Kolmogorov-Smirnov (KS). Para comparación de variables cualitativas se realizaron tablas cruzadas aplicando la χ2 de Pearson. Para comparación de variables cualitativas con cuantitativas normales se utilizó el estadístico t de Student y el test ANOVA para variables cualitativas no dicotómicas. En el caso de no normalidad, se utilizó el test de U de Mann-Withney (UMW) en variables dicotómicas y Kruskal-Wallis (KW) para variables cualitativas no dicotómicas. Para el estudio de correlaciones se usó el estadístico Rho de Spearman (RS).
establecido entre el 01 de julio de 2013 hasta el 31 de diciembre de 2017 cometieron un suicidio consumado en la provincia de Badajoz. Las historias clínicas de estos
sujetos fueron analizadas a través del sistema informático JARA para obtener datos demográficos y clínicos de los sujetos.
primaria y un acceso más fácil a los profesionales de la salud mental con una
mayor dotación de recursos humanos. No obstante, nuestros datos deberían de hacernos reflexionar en lo imprevisible de las conductas suicidas en un gran número de casos, y en su relación con otras variables más allá de la propia presencia de
patología psiquiátrica subyacente en las cuales sería más difícil actuar.
mitad de la muestra, siendo los más comunes los trastornos depresivos, contrastando estos datos con otros recogidos en la literatura que hablaban de porcentajes mucho más altos de patología psiquiátrica en sujetos que cometían suicidio.
Se tuvo en cuenta la variable de trastornos de personalidad, rasgos de personalidad, la presencia de sintomatología depresiva y la presencia de uno o más intentos de suicidio.
Los datos preliminares sugieren la presencia de mayor número de intentos de suicido en los trastornos de personalidad del Cluster B encontrándose una alta comorbilidad psiquiátrica con trastornos del Eje I. Aquellos suicidas con intentos de suicidio pero que no presentaban un TP puntuaban más en extroversión y en neuroticismo que aquellos con TP.
La submuestra de suicidas fue dividida en dos grupos, según el diagnóstico post mortem o no de Episodio Depresivo Mayor (EDM) durante la AP (200 suicidas con EDM y 113 suicidas sin EDM).
En cuanto a haber recibido algún tipo de tratamiento relacionado con la enfermedad mental (farmacológico o psicoterapéutico) en los tres meses previos al fallecimiento, los suicidas con EDM (64%) tuvieron más acceso a tratamiento que los suicidas sin EDM (31,9%) (Χ2= 29,243; df=3; p
Los suicidas con EDM tenían más antidepresivos prescritos que los suicidas sin EDM pero, menos de la mitad tomaron los antidepresivos prescritos en los días previos a su muerte. Según la bibliografía consultada, la presencia de antidepresivos en muestras de sangre de suicidas suele ser positiva en el 10-20% de los suicidios (10,13–15).Esta falta de adherencia en estudios similares está relacionada con un mayor riesgo de suicidio consumado y con la necesidad de monitorizar el tratamiento en pacientes graves como estrategia para mejorar la eficacia del tratamiento (11,13)
Las variables analizadas en el estudio fueron: sexo, edad, número de intentos de suicidio a lo largo de la vida, urgencias por conducta suicida en los 6 meses previos (sí/no), seguimiento previo por un profesional de salud mental, atención en urgencias por psiquiatría, decisión clínica tras la atención urgente (ingreso/alta), seguimiento en los 6 meses posteriores al intento de suicidio por un profesional de salud mental, reintento del intento de suicidio en los 6 meses posteriores (sí/no).
Se realizó un análisis bivariante usando el test de chi-cuadrado para las variables categóricas y la prueba de ANOVA para las variables continuas. Se estableció un nivel de significación estadística de p < 0.05.
Agradecimientos:
Entidad financiadora: Consejería de Salud, Junta de Andalucía. Código: AP-0226-2019
Título del proyecto: Los intentos de suicidio en los Servicios de Urgencias de Atención Primaria del Distrito Sanitario Málaga. Aplicando técnicas de inteligencia artificial para la predicción del suicidio.
En este estudio nos centraremos en exponer descriptivamente mediante gráficos de sectores el sintomatología relativa al malestar emocional generado tras la pandemia con el análisis de respuestas a preguntas cerradas con varias opciones.
La encuesta se envió por e-mail a través del Colegio de Médicos de Teruel y se abrió un plazo para su respuesta del 21 de abril de 2022 al 30 de mayo de 2022.
Por el momento, con los datos recogidos, se ha realizado un análisis estadístico descriptivo.
depresión resistente incluyendo la utilización de psicodélicos,
concretamente la esketamina (reciéntemente aprobada para el
tratamiento del Trastorno Depresivo Resistente (TDR)).
psicodélicas, entre ellas la psilocibina, demostrando que pequeñas
dosis pueden ser efectivas y bien toleradas. Estos se han centrado en
trastornos de la conducta alimentaria, depresión, adicciones y
ansiedad, entre otros. Analizaremos las características y el mecanismo
de acción de la psilocibina y la posibilidad de utilizarla dentro del
abordaje de la ideación suicida.
psilocibina y un análisis sobre su posible aplicación en la práctica
clínica. Realizamos una búsqueda en pubmed con las palabras claves
“psilocybin”, “depression” y “suicide”. Se incluyeron aquellos
artículos que tuvieran acceso gratuito.
5-HT2A y de glutamato (mGlu2/3 y NMDA), produciendo un rápido descenso
de la inflamación y el estrés oxidativo y promoviendo la plasticidad
neuronal. Como consecuencia de ello, se producen efectos tanto
psicodélicos como antidepresivos. Estos receptores están implicados en
el estado del ánimo, la cognición, la ansiedad, el apetito y, por
tanto, pueden producir cambios en los patrones que se observan en las
conductas suicidas (impulsividad, rígidez cognitiva, sentimientos de
frustración,…).
A nivel de neuroimagen, realiza su función a nivel del cíngulo
prefrontal y la amígdala, ambas implicadas en la regulación emocional,
la memoria y la consciencia, observándose una reducción de la
sintomatología depresiva en las primeras 5 semanas, que se mantiene
hasta 6 meses después.
tratamiento de la depresión. Algunos estudios demuestran que la
psilocibina tiene menor componente adictivo y menor riesgo de efectos
adversos, lo que constituye una ventaja respecto a la esketamina.
A la hora de suministrar ambos medicamentos hay que realizar una
supervisión durante y después de su administración. Mientras la
esketamina puede dar lugar a cefaleas, hipertensión o cuadros
disociativos que no se relacionan con la efectividad del fármaco, la
psilocibina puede provocar alucinaciones en las 4-6 horas posteriores
al consumo, que se asocian con una mejor respuesta al tratamiento.
En comparación con otros tratamientos, como por ejemplo, el
escitalopram, hay estudios que demuestran que la psilocibina tiene
mayor efecto anti-suicida, según la escala SIDAS ( Suicidal Ideation
Attributes Scale).
los psicofármacos psicodélicos. A pesar de la escasez de estudios que
comparen la psilocibina con otras drogas psicodélicas para el
tratamiento del ánimo, la ideación suicida u otros trastornos
mentales, hay evidencias de que ésta puede ser eficaz para el abordaje
terapéutico de dichos trastornos.
Son necesarios futuros estudios que tengan como finalidad la reducción
de la ideación suicida, incluso excluyendo a pacientes con patología
mental, para así conocer la eficacia específica de la psilocibina en
el suicidio.
Aspectos sociodemográficos, factores relacionados con el embarazo, antecedentes familiares o personales de salud mental y consumo de drogas. Así como, cuestionarios psicológicos estandarizados: Inventario de depresión de Beck (BDI), Trastorno de Ansiedad General-7 (GAD-7). Cuestionario de Apoyo Social Funcional (DUKE-UNC). Mini escala internacional de entrevista neuropsiquiátrica sobre suicidio (MINI)
Para evaluar la ideación suicida en mujeres embarazadas, se utilizó el algoritmo de lazo para construir una regresión lineal con selección de variables con base en los predictores descritos anteriormente.
Escala GAD-7 (“Sentirse asustado como si algo malo pudiera pasar”), “embarazo.múltiple” y “embarazo de riesgo” son variables significativas incluidas en nuestra herramienta. Por tanto, sería necesario prestar atención a los síntomas de ansiedad en la prevención del suicidio durante el embarazo (da Silva et al., 2012).
n cuanto a las variables sociales, “violencia.de.género” tuvo el mayor peso, lo que refleja la relevancia del dominio conyugal para el riesgo de suicidio. Experimentar violencia de pareja puede aumentar el riesgo de conductas suicidas al aumentar el riesgo de respuestas impulsivas y facilitar la aparición del trastorno de estrés postraumático, ya que ambas situaciones están intrínsecamente asociadas con un mayor riesgo suicida (Gradus et al. 2010). De hecho, encontramos que una “relación de pareja” satisfactoria era el segundo factor protector más importante, solo superado por el “embarazo.deseado”.
El diagnóstico de la EPOC se lleva a cabo mediante espirometría, la prueba Gold Standard, permitiendo además su estadificación y evaluación de gravedad, especialmente por medio del Volumen Espiratorio Forzado en el primer segundo (FEV1). Se ha demostrado que a menores cifras de FEV1, mayor aumento de mortalidad cardiovascular se presenta, independientemente del sexo, edad o tabaquismo, principal factor de riesgo de la EPOC.
En relación a la FEV, los pacientes fallecidos presentaron niveles inferiores respecto a los supervivientes, tanto en términos absolutos (2137.5 L vs 2741.1L) como en % (65.1% vs 82.2%), con diferencias estadísticamente significativas. Las mismas diferencias también se detectaron tras la broncodilatación, presentando de forma global una edad pulmonar media de 81.2 años (unos 30 años de diferencia respecto a la edad cronológica) vs 62.4 años en los supervivientes (unos 12 años de diferencia) (p: 0.002).
El control de constantes y variables antropométricas, la evaluación de los factores de riesgo cardiovascular y el análisis de la salud pulmonar, así como la motivación para la cesación tabáquica son herramientas imprescindibles para una reducción en mortalidad prematura.
Financiado por el Instituto de Salud Carlos III (PI20/01657) y la Unión Europea vía FEDER (Fondo Europeo de Desarrollo Regional), “Una manera de hacer Europa”.
2022). De esta manera, se quiere dar un paso más y se está tratando de hallar evidencia sobre las intervenciones que se realicen.
Comparar el nivel de estigma, alfabetización y la intención de búsqueda de ayuda (IBA) formal e informal en relación con la conducta suicida en estudiantes universitarios/as, antes y después de una intervención en sensibilización.
HIPÓTESIS La intervención en sensibilización hacia la conducta suicida tiene efectos en (1) una disminución del estigma, (2) un
aumento del conocimiento/alfabetización y (3) una mayor intención de búsqueda de ayuda en relación con la conducta suicida, en universitarios
Criterios de inclusión: 1) ser mayor de 18 años, 2) ser estudiante de la Universidad de Málaga 3) aceptar el consentimiento informado
MÉTODO
Diseño cuasi experimental, intrasujeto, pre y post intervención, sin grupo control. Análisis descriptivos y de medidas repetidas (contrastes de medias).
Instrumentos
Escala de Estigma del Suicidio (Hernández-Torres, 2021).
Escala de Alfabetización del Suicidio (Rivera-Segarra et al., 2018).
Viñeta de Ideación Suicida del Cuestionario General para la Búsqueda de Ayuda - Versión viñeta (Olivari y Guzmán-González, 2017).
La muestra del estudio fue de 149 universitarios (79,2% mujeres) de la Universidad de Málaga. La edad media fue de 21,73 años (DT = 5,86),
con un rango de entre 18 y 56 años.
MEDIDAS REPETIDAS
El factor de intervención fue estadísticamente significativo en una disminución del estigma, un aumento del conocimiento/alfabetización y una mayor intención de búsqueda de ayuda en relación con la conducta suicida, en la muestra de estudiantes universitarios.
Método: Diseño del estudio: Estudio epidemiológico prospectivo sobre 257 pacientes con trastorno por uso de alcohol, del total de las 2184 interconsultas psiquiátricas solicitadas desde el 1 de enero de 2012 hasta el 31 de octubre de 2018.
Consideraciones bioéticas: El estudio cumple los principios de justicia, no-maleficencia, autonomía y beneficencia.
Método: Diseño del estudio: Estudio epidemiológico prospectivo sobre 109 pacientes con trastornos de la personalidad (F60 y F61 de la CIE-10), del total de las 2184 interconsultas psiquiátricas solicitadas desde el 1 de enero de 2012 hasta el 31 de octubre de 2018.
Consideraciones bioéticas: El estudio cumple los principios de justicia, no-maleficencia, autonomía y beneficencia.